El doblaje en Andalucía y sus grandes referentes
Cine
Mercedes Hoyos, Ángeles Neyra y Mariano Peña analizan el estado de la profesión en un foro organizado por la Fundación Cajasol y FilmAnd
Clark Gable no tenía voz de pito en España y Clint Eastwood era un policía con un vozarrón potente y limpio. El doblaje ha ayudado a mejorar en muchas ocasiones la interpretación original y también lleva a cabo una labor social muy importante al hacer entendible la cultura a personas que no saben idiomas y no pueden disfrutar de la versión original.
En Andalucía, y concretamente en Sevilla, se doblan películas, documentales, anuncios y series desde hace más de 30 años. Tres de los pioneros de esta bendita profesión se dieron cita en el ciclo Oficios de Cine, organizado por la Fundación Cajasol y FilmAnd: Mariano Peña, Cristina Hoyos y Ángeles Neyra.
Peña, popularmente conocido como aquel inolvidable Mauricio Colmenero de Aida y, actualmente, por ese aristócrata sevillano llamado don Benito Benjumea de la serie Allí abajo, ha sido también la voz en España de auténticos mitos de la interpretación como Boris Karloff o Charles Aznavour. Pero, en el mundo del doblaje, pasará a la historia por darle voz a Mutenroshi en Bola de Dragón.
"Cuando ves una película de Woody Allen en versión original, con esos diálogos escopetados, es mejor verla doblada. Pero a mí me gusta ver el trabajo original de los actores", comenta Mariano.
Por su parte, Mercedes Hoyos lleva también más de tres décadas en la sala oscura, aunque ella también ha hecho mucha televisión y cine: Juncal, Amar es para siempre... Y ganó el Premio Asecan por su papel en Todo saldrá bien. Joan Fontaine, Marilyn Monroe o Mira Sorvino han tenido alguna vez la voz de Mercedes, que tiene su propia empresa de doblaje: Dasara Producciones, donde se ha doblado la última película de Bola de Dragón.
La gran actriz Ana Wagener fue su maestra y Peña le dio su primer protagonista en doblaje. Mucha calidad atesorada en blanco y verde. Hoyos tiene claro que es más importante saber interpretar bien que meter en boca las frases: "Tengo que introducirme en su alma, en su psicología, y hacer lo que hace él. A no ser que tenga que mejorarlo porque es un actor pésimo. Pero somos muy respetuosos con el trabajo del actor al que tenemos que doblar".
"A esa expresión le pones voz. Y ahí se va el sonido y se va tu ego". Es una sentencia de Ángeles Neyra, la voz de Lauren Bacall, Cher... y Krilin, entre otros muchos personajes. "Nunca pensé que podía ser actriz de doblaje, porque me parece una magia aparte. Todo empezó porque Wagener me dijo que hiciéramos un curso de doblaje, porque iban a montar Canal Sur, que no ha valorado al colectivo de actores andaluces", añadió Neyra. Ángeles considera que los mejores actores del mundo son los británicos, pero matiza que "el sur tiene mucho que dar en la interpretación".
"En doblaje, tú eres como un títere y la muñeca es la que te lleva. No se puede crear", añade Neyra.
El proceso
El sistema de doblar piezas audiovisuales no es solo ponerse en el atril a decir frases perfectas. Tiene mucho trabajo previo. El guión de la película en su versión original pasa al traductor y, de ahí, al ajustador. Posteriormente, el director dobla la película entera en su casa para pulir el ajuste de las palabras al movimiento de boca de los actores y a sus pausas y, entonces, se entrega a producción y se divide en trocitos que se llaman takes.
"Es importante el ajuste de guión para que los takes entren en boca", asevera Mercedes. El actor llega a la sala sin saber nada y se tiene que pegar a la cara de su actor.
Asimismo, la parte tecnológica ha evolucionado mucho, pero artísticamente, el doblaje "se hace igual que antes", a juicio de Neyra.
El gran batacazo de 'El resplandor'
Neyra hizo referencia a la alta calidad del doblaje en España, pero hay excepciones muy recordadas: "En el doblaje de El resplandor, todo sonaba como detrás de una puerta". Kubrick eligió personalmente a Joaquín Hinojosa como Jack Torrance y a Verónica Forqué para que le pusiera voz a su mujer Wendy. Dirigió Carlos Saura y salió mal. Y todo el mundo sigue criticando aquello. La gran pregunta es: si se han redoblado (innecesariamente) otras grandes películas como El Padrino o ET, ¿por qué no El resplandor?
Con respecto al estatus del actor de doblaje, los tres expertos manifiestan que "ya no se gana tanto dinero como antes". El precio del take es fijo. Aunque, si una productora quiere contar con una voz muy conocida, se puede ir a caché. Por ejemplo, el gran Arsenio Corsellas (Kirk Douglas, Robert Shaw, Sean Connery, Nick Nolte, Richard Burton...) "tenía secretaria y cobraba un dineral", según Neyra.
"Los actores de doblaje somos freelance como el viento", afirmó Mercedes, quien considera que "es una aberración que famosos sin formación hagan doblaje".
Luego está el caso de actores españoles que han triunfado en el extranjero, como Antonio Banderas, Javier Bardem o Penélope Cruz, que no han sido capaces de doblarse a sí mismos con credibilidad. El motivo es que les falta la técnica del actor de doblaje (y quizá el tiempo para aprenderla). Le pasó también a la gran actriz Luisa Sala, que nunca se pudo doblar a sí misma.
El pánico a la piratería y a los 'spoilers'
Hay películas, como Los últimos jedi, que se doblan con la pantalla en negro o con una marca de agua, y los actores de doblaje solo ven la boca del personaje. Un auténtico mazazo contra este arte, porque aquí la interpretación lo es todo. Y para eso, tienes que ver la cara del actor que está en la pantalla.
Plataformas como Netflix van más allá y exigen a los actores que hagan el doblaje por sistema de longitud de onda, es decir, solo por tiempos y sin ver la imagen. Aberrante.
También te puede interesar
Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS)
Teatro Lope de Vega de Sevilla: objetivo abrir en 2025