La academia, hoy

Santa María de Guadalupe de México, descifrando su misterio

EL padre José Luis Guerrero, en su libro Flor y Canto del nacimiento de México, nos cuenta que casi veinte años después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, cuando ya se conoce la costa atlántica desde Canadá hasta Argentina y tienen los españoles sólidas instalaciones en Las Antillas, México sigue siendo un territorio desconocido debido a que las corrientes marinas del Golfo de México, lo hacen inviable para los barcos de vela de la época. En 1511, un barco llamado Santa María queda destruido en los arrecifes del actual estado mexicano de Quintana Roo y quince náufragos llegan por primera vez a tierra mexicana.

Sin importarles mucho lo acontecido, algunos españoles ya establecidos en Cuba, se reúnen en torno a Hernández de Córdoba y fletan tres barquichuelos para explorar nuevas islas. En alta mar son sorprendidos por una terrible tempestad que les hace estar a la deriva durante diez y nueve días, al término de los cuales divisan tierra en el actual Cabo Catoche, en la península de Yucatán.

Habían logrado franquear, sin saber cómo, las corrientes del Golfo de México. Pronto se organizan otras expediciones, una en 1517 con Francisco Hernández de Córdoba y otra en 1518 con Juan de Grijalva, pues se corre la voz de que hay oro suficiente para enriquecer a los nuevos aventureros. Sin embargo, es hasta 1519 cuando Diego Velásquez, gobernador de Cuba, organiza una expedición al mando de Hernán Cortés, quien es el que se interna en territorio mexicano, llega hasta Tenochtitlan, actual ciudad de México, se entrevista con el emperador azteca Moctezuma y ayudado por cientos de miles de indígenas enemigos de los aztecas, logra la conquista el 13 de agosto de 1521, fecha en que el mundo de los antiguos mexicanos empieza a extinguirse.

En 1523 llegan los primeros tres franciscanos con Fray Pedro de Gante para dar inicio a una tarea titánica: la evangelización. Los primeros años son aciagos y transcurren sin dar fruto debido no solo a la resistencia de los indígenas a abandonar su antigua religión, sino a la mala manera en que las autoridades civiles gestionan el incipiente nuevo gobierno. Sin embargo, a partir de 1532, ocurre un fenómeno inimaginable, los mismos indígenas buscan a los sacerdotes españoles para solicitar en masa el bautismo. Las crónicas cuentan que los misioneros se enfrentaron a una tarea agotadora pues en ocho años se convirtieron nueve millones de indígenas.

¿La razón?, una imagen que ni pintada ni descubierta, genera un cambio que deja atónitos a los propios protagonistas de lo que se ha llamado el Acontecimiento Guadalupano. Una historia apasionante que aún no termina, una historia que encierra un misterio y también un milagro del que se sigue vertiendo mucha tinta porque los descubrimientos se siguen sucediendo a medida que las investigaciones y los avances tecnológicos lo permiten. Una historia que esta noche narrará la Dra. Luisa Fernanda Cuéllar , profesora de la Universidad de Cádiz , en la sede social de la Academia de San Dionisio, en Calle Consistorio número 13 , a las 19:30 horas , con entrada libre hasta completar el aforo.

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