Una lucha milenaria, la del hombre y el atún. Una aventura, la de sobrevivir o la de morir. Son ya tres los años que Manuel Sánchez Quirós 'Sanro' lleva observando estas encrucijadas a bordo de los barcos de los pescadores de Conil. El fruto, cientos de fotografías de las que el autor ha hecho una selección para mostrarla a partir de esta noche, a las nueve, en la sala Damajuana, en la exposición 'Almadraba, hombre y atún', que ya pasó por la Torre del Agua de la Agrupación Fotográfica San Dionisio.

"No son fotografías artísticas, es un reportaje de la pesca del atún. Y sí, es una lucha dramática por la supervivencia, en la que he estado presente muchas noches, muchas horas", cuenta Sanro, que subraya que en sus imágenes ha querido destacar la faena del hombre, de los personajes retratados. "A mí me encanta el mar. Había días en los que nos volvíamos sin pesca, ya que una buena jornada, levantar las redes, depende de muchos factores. Yo, cámara en mano, siempre intentando no molestar, observaba toda la faena. Cómo sacaban los atunes con grúas, los metían en las bodegas, los descargan en barcos japoneses...", relata Manuel.

No es la primera vez que el jerezano se embarca en historias de este tipo. "Siempre me ha gustado la aventura y me encanta hacer fotos en la naturaleza. Pero sin duda, este trabajo de la almadraba es mucho más sacrificado, aunque espero repetir el próximo año. Ya el Ayuntamiento de Conil me ha pedido exponer allí, por eso quiero hacer nuevas fotografías".

Más conocido por sus esculturas y pinturas que por sus fotografías, Sanro no se resiste a nuevas inquietudes artísticas, "porque a mí lo que me gusta es estar en la brecha". En su estudio, "hace de todo un poco", aunque reconoce que le gustaría "dedicarse a una sola cosa para destacar más", pero no puede evitar tocar varios palos. A la vista está exponer un reportaje sobra las minas de Ríotinto, "un lugar, un mundo, donde hay un gran argumento para la fotografía". El retrato es otra de las debilidades de Sanro, pasión, como en las otras disciplinas, en las que ha recibido numerosos premios.

Y como en la vida, con las cámaras "siempre hay que estar al día, las cosas de las nuevas tecnologías. Estoy continuamente aprendiendo, ahora que va todo por ordenador", confiesa.

Y es inevitable hablar de la crisis, "y creo que en cultura es en lo primero que se recorta, aunque creo que al final se nota en todo. No sé como lo estarán pasando los profesionales del arte, pero me imagino que como todo el mundo", apostilla.