Ensalzada por la crítica internacional por "la pasión e intensidad" de sus interpretaciones y por su enorme capacidad de conexión con el público, Beatriz Blanco, que de niña jugaba a ser Jaqueline Dupré, llega a Andalucía para interpretar el concierto para violonchelo y orquesta de Elgar, la obra insignia de la malograda Dupré el año en el que hubiera celebrado su 70 cumpleaños.

Hoy tiene el público malagueño la oportunidad de escuchar a Beatriz Blanco junto a la Filarmónica de Málaga, bajo la dirección de Eduardo Portal dentro del ciclo 'Frente al mar', en el Auditorio Edgar Neville, "en una de raras ocasiones en que la chelista", con una amplia carrera internacional, se prodiga en su país natal. Y al día siguiente, este sábado a las 20 horas, será el público de Jerez el que pueda escucharla en un concierto extraordinario con la Orquesta Filarmónica de Málaga, en el Teatro Villamarta.

Nacida en Valladolid, Beatriz Blanco forma parte de la élite de jóvenes músicos españoles que están triunfando internacionalmente. La abrumadora lista de premios internacionales de los que ha sido merecedora en varios países y que incluye el Premio de la Fundación Kiefer Hablltzel de Suiza en 2015, el Premio a la Excelencia concedido por el gobierno austríaco, el "Young Artist Award" de la Fundación Bernhard Greenhause de California (Estados Unidos) o el reciente Salieri Zinetti en Italia, dan prueba de sus excepcionales cualidades.

Formada en España, Austria y Suiza, Beatriz Blanco ha actuado en algunas de las más prestigiosas salas de Europa como el Theatre des Champs Elysèes (Paris), Victoria Hall (Ginebra) Stadt Casino (Basel), Solitär (Salzburgo), Tonhalle (Zürich), Auditorio Nacional de Madrid, Palau de la Música y L'Auditori de Barcelona o Palau de las Arts de Valencia.

A punto de salir a la luz su disco 'A mon ami' junto al pianista italiano Federico Bosco, que recoge la producción para violonchelo de Chopin y de su amigo el compositor Franchomme, Blanco tiene ya grabado un segundo disco, con Bach como protagonista.

La Orquesta Filarmónica de Málaga dio su concierto inaugural el 14 de febrero de 1991. Nació entonces como Orquesta Ciudad de Málaga, un consorcio entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, y que respondía a la convicción de que una ciudad como Málaga debía contar con una gran orquesta sinfónica. La Orquesta ha creído fundamental no limitar su actividad a la programación de abono y ha desplegado entusiastas propuestas paralelas, como grabaciones en CD de repertorios de índole muy diversa, y con distintos maestros.