Adentrarse en la sala de San Nicolás del Castillo de Santa Catalina es viajar por toda Europa. Redescubrir sus ciudades, reconocer estampas de algunos de los elementos más emblemáticos que conforman el viejo continente, o destapar nuevas perspectivas de las grandes capitales, bajo la mano experta del gran artista de paisajes urbanos Ricardo Galán Urréjola, que esta tarde inaugura la exposición La Unión Europea, nuestras ciudades.

Cádiz se convierte en el punto de partida de este recorrido pictórico por las ciudades de la Europa romántica, histórica y actual. La que el autor gaditano natural de San Fernando defiende como "una realidad cultural que nos une a todos, que debe llevarnos a la solidaridad, al esfuerzo conjunto, que no a lo contrario". "Es importante -prosigue- que nuestros hijos hereden nuestras ciudades y puedan pasearlas como si fueran suyas", dice del espíritu de una muestra que surgió de sus inquietudes en torno a la situación política y económica actual.

"La idea surgió a principios de la crisis, ante la posible imagen en peligro de la Unión Europea. Se me ocurrió hacer una muestra que transmitiera este mensaje de continuidad y acción conjunta", asevera de esta arriesgada apuesta en la que se embarcó con las miras puestas en Cádiz, como espacio expositivo inicial, para después itinerar por aquellas ciudades más importantes de Europa. "Espero que este trabajo sirva de algo, que pueda verse en muchos lugares".

De esta forma, de la mano de la galería Benot, está contactando con instituciones de Madrid, a la que podrían seguir otros destinos como París, "donde me gustaría mucho exponer, como gran exponente de capital cultural", así como Londres y Amsterdam, donde Galán Urréjola expone con bastante asiduidad.

Con esta muestra integrada por un total de 22 piezas de gran formato -llegando a alcanzar los 162x195-, así como la serie de bocetos Estudios preparatorios, es fácil imaginarse en el bullicio o pacíficas estancias a las que invitan las grandes ciudades europeas. De Cádiz, de la que recoge una imagen de la Alameda vista desde el mar, hasta La Valeta, en Malta, que justo se exhibe enfrentada al paisaje gaditano desde una perspectiva muy similar. "Me recordaba mucho a Cádiz".

Junto a estas escenas marítimas recoge otras muchas del centro de ciudades como París, que pinta en una gran perspectiva desde el barrio de La Défense y con la Torre Eiffel de fondo, hasta la subida de Gran Vía de Madrid; pasando por la romántica Lisboa, la caótica Atenas con la Acrópolis como referente, o la Budapest de amaneceres de azul intenso, rememora Galán Urréjola, quien asegura que han sido tres años de intenso y continuo trabajo y viajes. "Me ha llevado mucho tiempo y continúo pintando, aún me quedan algunas ciudades", dice.

Un recorrido en el que se ha dejado deslumbrar por el encanto de Venecia "que parece de juguete"; Sofía, "una ciudad muy misteriosa y especial, con esas montañas nevadas al fondo sobre las cúpulas de oro" que coronan muchos de sus edificios, así como de Budapest.

Son ciudades sobre las que ha elaborado una serie de bocetos, en una práctica a la que apenas acostumbra Galán Urréjola, y cuyos resultados toman un rincón de Santa Catalina, entre curiosas anotaciones sobre colores, luz, medidas y otros detalles técnicos. "Es la primera vez que lo hago, y no descarto hacerlo a partir de ahora. Ha sido divertido".

En definitiva, una obra en la que ha logrado que confluyan su particular manejo técnico de la urbe, con la inmediata identificación de cada una. "Es importante que el espectador sepa ante qué ciudad se encuentra, que la reconozca si ya la ha visitado", puntualiza. Y si no las conocen, en su trabajo encuentran un primer acercamiento, que permite recorrerlas por un instante como si fueran la suya propia. "Las ciudades de la Unión Europea que pinto para esta colección son nuestras ciudades. Andar por ellas como por nuestra casa es un privilegio del que podemos disfrutar gracias a la idea de que sumar y unir esfuerzos es la base del futuro de nuestros hijos. Esta colección está dedicada a ellos", asevera el autor en un texto que figura en vinilo nada más poner un pie en la sala principal de la fortaleza gaditana, cuya entrada sigue siendo libre y gratuita.

Junto al suyo aparecen versos de José Manuel Bravo, autor del libro dedicado a la obra del pintor gaditano, y que se puede adquirir enmarcado en un sobrio y elegante estuche junto a dos grabados con imágenes de Cádiz de Urréjola, tanto en la conserjería del Castillo, como en la galería Benot, por 180 euros.