Cultura

El Campo de Gibraltar reúne a todas las chicas duras de "Tarantano"

  • Díaz Yanes filma con Victoria Abril, Ariadna Gil, Elena Anaya y Pilar López de Ayala en la desembocadura del río Guadarranque · Las estrellas hablan por primera vez en España del rodaje

Parecían el grupo salvaje de Sam Peckinpah, pero con vaqueros ajustados, tacones y cazadoras. Eran en realidad Victoria Abril, Ariadna Gil, Elena Anaya y Pilar López de Ayala, bordeando la desembocadura del río Guadarranque y con el Peñón de Gibraltar al fondo. Cuatro mujeres de armas tomar, de espaldas a la cámara, sin cruzarse una palabra y sólo una mirada. Agustín Díaz Yanes dirigía la que será la primera secuencia de Sólo quiero caminar, su próxima película. Sentado plácidamente a su lado se encontraba Diego Luna, con gafas de sol de aviador a la orilla contraria de un par de curiosos y otro par de bañistas de mayo. Todo sucedió ayer a las dos de la tarde. El Campo de Gibraltar reunió por primera vez en España a todo el equipo de un filme con el que regresa, como proclamó Abril, Tarantano. Tano por aquí, Tano por allá. Todos llaman al jefe Tano, aunque más que un jefe parecía un padre para el grupo salvaje.

El rodaje de la cuarta película de Díaz Yanes hace días que se asoma por la comarca. Ha visitado Algeciras y Tarifa y, siguiendo el Atlántico, Zahara. Aún queda una semana de cámara y acción, mucha acción según se promete. Pero ayer fue el día seleccionado para que se juntaran todas las estrellas de la esperada producción. También se dejó ver el mexicano Chema Yaspiz, el intérprete de Sólo quiero caminar menos conocido en nuestro país, y el productor de la cinta, José Manuel Lorenzo. Tras dos meses de filmación en México, fue el momento decidido para que todos hablaran por primera vez en España de una historia de amistad y violencia que recupera a Gloria Duque, el personaje que interpretó Victoria Abril en la ópera prima de Díaz Yanes, Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto. Fue la gran triunfadora de la cosecha de los Goya de 1995 y desde entonces, con Sin noticias de Dios y Alatriste por el camino, el cineasta madrileño no ha logrado emular un éxito semejante.

En Sólo quiero caminar se anuncian muchos tiros, pero más ha dado ya Victoria Abril. "La llevo admirando toda mi vida", cuenta de ella Pilar López de Ayala. Abril llegó el viernes por la noche y unas pocas horas después celebró por todo lo alto la vuelta al redil de la acción de Díaz Yanes. "El guión es buenísimo. Esto es lo mejor que ha escrito Tano. Vuelve Tarantano. Ha dejado en casa a Agustín Díaz Reverte y vuelve Tarantano. Tarantano, pero potencia cuatro, que ahora no hay una Gloria Duque, hay cuatro", afirma la actriz, simpática y amable como todas sus compañeras de reparto. Vieja rockera, se nota que destila ascendencia.

"La historia es violenta", concede Díaz Yanes antes de que su casi inseparable Victoria tercie muy a su estilo: "Yo la acción la llevo muy bien, es lo que más gusta. El bla bla, a no ser que sea buenísimo...".

Pero la acción, como la fama, cuesta. "Tienes que prepararte mucho antes, es una preparación física, de coordinación, de aprender cosas de las armas que nos costaron varios moratones y contracturas", detalla Ariadna Gil sin perder ni un momento su impresionante sonrisa. Elena Anaya muestra una cicatriz en el pecho a modo de irrefutable y turbadora prueba.

El rodaje hace ya un rato que ha terminado y se enfila un fin de semana libre. Mientras el equipo de producción descarga algo para picar bajo los árboles, unos charlan con otros y todos, con particular devoción ellas, sus chicas, cuentan maravillas de Díaz Yanes. "Es que son todas muy amigas", se excusa él aludido.

"Esto es una carrera de fondo y tengo la suerte de que directores como Tano cuenten conmigo", subraya López de Ayala. "El rodaje es una maravilla, un sueño. Es el tercero con Tano y va a mejor la cosa, yo no sé ya esto cómo va a acabar. Espero que nunca y que nos siga seduciendo tantísimo con estas historias tan maravillosas que cuenta", interviene Anaya. Por términos similares se mueve Diego Luna, que además participa en la producción del filme a través de Canana, la compañía que ha montado con su colega Gael García Bernal. "Cada vez que venía a Madrid y regresaba me iba más enamorado de él".

En otro asunto la caravana en pleno coincide. "El rodaje ha sido increíble. Nos lo estamos pasando muy bien. Hemos hecho muy buena piña", recalca López de Ayala. "Entre nosotras nos consultamos y orientamos", confiesa Anaya. Luna ejemplifica de forma prosaica: "Las fiestas fin de rodaje lo dicen todo y en México fue espectacular".

Es, en fin, el regreso de Díaz Yanes al cine, a la comarca y a la provincia. "Llevo viniendo 30 años a la zona y además es muy buena para rodar. Bueno, tampoco quiero decir mucho para que no venga la gente. De Cádiz a Algeciras tienes 20.000 cosas, playas, una ciudad como Algeciras que es industrial, otra como Cádiz, pueblos… Me gusta mucho rodar aquí".

"Me apasiona Cádiz", abunda Anaya antes de contar cómo casi le hace el viernes la ola a un camarero que le ofreció ortiguillas. Ayer, claro, no las encontró en el piscolabis al lado del Guadarranque. Mientras se dirigía a la aventura de la mesa improvisada, Pilar López de Ayala ya paseaba una breve digestión junto al río.

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