El Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión vivió la noche del domingo una cita dedicada al cante más ortodoxo, con la actuación de Guillermo Cano, Mariana Cornejo y Capullo de Jerez, que llenaron por tercer día la Catedral del Cante.

Comenzó la velada Guillermo Cano, una de las nuevas voces de culto que recupera los pilares originarios del flamenco. El onubense encantó al público con su nuevo trabajo Cinco versos y un corazón, disco repleto de poemas interpretados con uno de los palos más representativos del cante, el fandango, con el que volvió a dejar patente que es un cantaor joven con sabor a tradición.

Tras el de Huelva, llegó Mariana Cornejo que desde el principio dominó con su gran personalidad el escenario de la Catedral del Cante. La gaditana derrochó dulzura contagiando al público con su gracia singular, aderezada con algunos pasos de baile, demostrando que nadie canta por Cádiz como ella.

Como cierre de gala, llegó el turno de Miguel Flores Capullo de Jerez, una presencia muy esperada en La Unión. Durante su actuación, plasmó con su voz los secretos del flamenco más rancio, con su estilo absolutamente personal.