La edición de 2018 de la Feria del Libro se clausuró ayer con gran éxito de participación. La reducción de las fechas (que ha pasado de nueve días a cuatro), auspiciada por la mayoría de libreros, y la flexibilidad horaria (abierta hasta las 23 horas) han sido claves de esta buena respuesta generalizada.

Lo cierto es que en la mayoría de actividades programadas la asistencia ha sido alta, destacando las presentaciones de escritores como Wayne Jamison, Manuel Romero Bejarano, Pepe López y Ramón Clavijo, Paco Lobatón o Luis Mollá. Esta dinámica se ha repetido en los actos relacionados con los más pequeños como cuentacuentos (que se han hecho en inglés y castellano), pintacaras, el taller de mindfulness y los títeres, y también en los conciertos y teatros que han cerrado cada día.

Otra de las iniciativas que ha contado con especial seguimiento, sobre todo por parte de los más jóvenes, ha sido el stand de la ONCE, donde la curiosidad por aprender a usar el braille ha sido de lo más demandado.

La última jornada, celebrada en la mañana de ayer, también congregó a muchísimas personas en Los Claustros de Santo Domingo, unas instalaciones que ofrecen la posibilidad de celebrar distintos actos en ambientes diferentes sin perder la esencia de cada uno de ellos.

Así, mientras los niños disfrutaban de los pintacaras en el patio exterior o del parchís gigante organizado por Manos Unidas, en el refectorio y en el propio patio se llevaron a cabo diversas presentaciones.

Destacó el cuentacuentos llevado a cabo por Narcisa Gómez Járava sobre el libro 'Blue y el secreto de las lágrimas', que cuenta con las ilustraciones de María Bullón. La autora consiguió captar la atención de padres, madres y niños con un cuentacuentos en el que relató, e incluso rapeó, las hazañas de Blue, una niña que guarda un secreto muy particular. Conoció a Lágrima, una ballena que cambió su vida.

Otro de los actos de la mañana más concurridos fue la presentación del libro 'Palo cortado' (Libros Canto y Cuento), del profesor Juan Peña. Con la presentación del editor y también escritor Pepín Mateos, Peña desglosó algunas de las letras flamencas que conforman esta obra y que ponen de manifiesto que su capacidad creativa es una posibilidad real de suprimir parte del acervo letrístico flamenco, que en muchos casos ha quedado obsoleto.

La jornada culminó con el concierto a cargo de la Joven Camerata Jerezana que junto a la Orquesta de alumnos y profesores de la Escuela de Música San José de San Fernando, que actuó el sábado, han dejado el pabellón bastante alto. De hecho, el público llenó el refectorio y el patio exterior, respectivamente, en las dos actuaciones.