Clara Usón. Escritora

"Corazón de napalm es mi mejor novela"

  • La autora barcelonesa presenta en la Fundación Caballero Bonald su último libro, "el más redondo", que ha sido el ganador este año del Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral

- ¿Qué supone ganar el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral?

- Es una gran alegría y satisfacción obtener un premio de tanto prestigio como el Biblioteca Breve, en el que sucedo a escritores de la talla de Juan Marsé, Caballero Bonald, Vargas Llosa o Carlos Fuentes. Supone un reconocimiento a mi trayectoria literaria y la posibilidad de llegar a más lectores, como el público de Jerez.

- La política de esta editorial es publicar libros que marquen un antes y un después en la vida de la gente. ¿Ha usted le ha marcado, sin embrago, esta nueva obra?

- Sí. He notado un mayor interés hacia 'Corazón de napalm' por parte de los medios que con mis anteriores novelas, las críticas han sido muy buenas y, lo más importante, los lectores me dicen que mi libro les gusta, les conmueve y les hace reflexionar y para eso escribo: no para ganar premios ni obtener el aplauso de la crítica, sino para que me lean, para conseguir que el lector deje de lado sus quehaceres por un tiempo y se zambulla conmigo en la historia que le cuento. Al margen del premio, estoy convencida de que 'Corazón de napalm' es mi mejor novela, la más redonda.

- ¿Cómo nace el personaje de Fede en la cabeza de Clara Usón?

- El personaje de Fede me rondaba la cabeza desde hacía tiempo. La primera idea de la novela que me surgió fue la escena inicial: un niño de trece años en una playa de Santander, una mañana nubosa, rodeado de bragas. Y yo sabía que eso, que parecía propio de una astracanada o de una comedia, era el comienzo de una historia muy triste, una tragedia contemporánea. Poco a poco fui averiguando quién era Fede: el hijo de unos padres inmaduros e irresponsables, con problemas de drogas, típicos representantes de la juventud española de los años 80, que yo conocí porque era uno de ellos. El padre de Fede, rehabilitado y separado de su madre, se ha casado con una mujer muy convencional y se lo ha llevado a vivir con su nueva familia a Santander. Hace más de un año que Fede no ve a su madre, a la que quiere con un amor obsesivo, de tintes incestuosos. La posibilidad de que su madre lo haya olvidado o apartado para siempre de su vida lo desespera. A Fede, un chaval punk (o eso cree él), una ciudad aristocrática y señorial como Santander le repugna, ya no digamos su madrastra. Esa mañana en que cumple 13 años, Fede está en una encrucijada, a punto de tomar una decisión que cambiará su existencia.

- ¿Con qué se quedaría de Fede? ¿Qué le ha aportado?

- Es un personaje al que tengo mucho cariño, me inspira ternura. Me ha costado trabajo construirlo, darle encarnadura, pero he disfrutado mucho haciéndolo, lo mejor de la escritura son los retos.

- Los años 80 son protagonistas en su nueva obra. ¿Qué recuerdos le quedan de esta década? ¿Tanto se merecen esos años un libro? ¿Se alegra de haber nacido en los 60?

- Los años 80 son recordados por la célebre Movida, que protagonizamos los que entonces éramos jóvenes. Fue una época desquiciada; los jóvenes de los 80 estábamos ebrios de libertad, la vida se nos aparecía llena de posibilidades insospechadas para las generaciones anteriores. Lo único que nos importaba era divertirnos. Queríamos ser modernos, europeos, imitábamos a los ingleses y norteamericanos, nos vestíamos como ellos, escuchábamos su música y, por desgracia, también les emulamos en el desenfrenado consumo de drogas. Fue una fiesta que empezó con mucha alegría y acabó en desastre. Creo que el estilo de vida y el sistema de valores que inauguramos en los años 80 es el que continuamos arrastrando ahora: la locura de la fiesta y de las drogas fue sucedida por la del dinero fácil, la especulación y el consumismo, con las graves consecuencias que estamos padeciendo, por eso creo que es relevante echar la vista atrás y hacer balance de lo que significó esa época. Ya es hora de que los escritores reflejemos en nuestras ficciones los tiempos que vivimos o hemos vivido, no sólo los de nuestros abuelos o bisabuelos. No me alegro especialmente de haber nacido en los años 60, pero, ¡qué duda cabe!, hubiera sido mucho más duro nacer en los 30 o en los 40.

- ¿Qué da el siglo XXI a los jóvenes de ahora? ¿Contra qué se rebelaría aquella veinteañera Clara Usón de los ochenta en la actualidad?

- Sospecho que los jóvenes de ahora se acaban de llevar una sorpresa desagradable: les ha pillado una crisis económica tremenda, tras tantos años de bonanza. Yo ya he vivido cuatro crisis económicas, con ésta, y puedo asegurarles que se sobreviven. Los jóvenes se caracterizan por rebelarse contra todo y hacen bien, los adultos somos más conservadores, aunque no hace falta ser joven para indignarse por el frenesí consumista en el que vivimos y la mercantilización absoluta de la sociedad, en todos los órdenes: antes que individuos, somos vendedores. Quizá esta recesión, que nos convierte en vendedores sin clientes, propicie un cambio de valores, que empieza a ser necesario.

- Por qué presenta su novela en la 'casa' de Caballero Bonald? ¿Es su primera visita a Jerez?

- Presento 'Corazón de napalm' en la Fundación Caballero Bonald porque han tenido la generosidad de invitarme y me hace mucha ilusión, pues además me dará la oportunidad de conocer Jerez, ciudad que nunca he visitado y de la que me dicen que es una de las más bonitas de España.

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