Cultura

Cristóbal Ortega, de la compañía de Eva Yerbabuena a la Bienal de Sevilla

  • El nuevo director del festival jondo es un gestor cultural con 15 años de trayectoria Diseñará su programa asesorado por un comité de expertos

El encargado de dirigir la Bienal de 2014 es el gestor cultural Cristóbal Ortega Martos, gerente y responsable de producción durante nueve años de la compañía de la bailaora granadina Eva Yerbabuena, puesto que abandona para asumir, por primera vez, un cargo público. Será, según la delegada de Cultura, Mar Sánchez Estrella, "el más joven responsable del festival flamenco, por lo que el aire de renovación está asegurado" y tiene ante sí la responsabilidad, añadió ella, "de lograr que la Bienal siga siendo un referente cultural que abra sus fronteras a la ciudadanía y a todo el mundo".

Ortega, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada y máster en gestión cultural por el Instituto Complutense de Madrid y la Fundación Autor (SGAE), llevará las riendas de la programación "asesorado por un consejo de expertos del mundo del flamenco, pero también de otras disciplinas, como el turismo y la comunicación", entre los que le gustaría contar con anteriores responsables de la cita jonda. "Vengo con la cabeza llena de ideas para posicionar más la Bienal en el marco nacional e internacional, ideas para que lo que se genere en Sevilla en 2014 sólo pueda suceder aquí", defendió en su primer encuentro con los medios.

Ortega Martos, que también quiere impulsar las producciones propias -"montajes como Romances han sido muy positivos para la Bienal", afirmó-, no descarta contratar a la compañía de la que procede, la de Eva Yerbabuena, "porque ella siempre está invitada a la Bienal, ya que es una de las grandes artistas internacionales del flamenco". En su afán de generar modelos de colaboración público-privados que atraigan patrocinios a una cita cuyas partidas públicas han decrecido considerablemente en los últimos años, el nuevo director pretende presentar su programación "antes de finales de este año o principios de 2014, de modo que los aficionados de fuera puedan preparar con tiempo su visita a Sevilla". Lo que sí tiene ya fecha es la gala de entrega de los Giraldillos 2012, que será el próximo mes de septiembre, justo un año antes de la nueva edición.

En cuanto a su fichaje, la delegada de Cultura especificó que "por responsabilidad y para darle continuidad a la dirección de la Bienal" el contrato de Ortega, en vigor ya este mes de junio, "terminará con la legislatura". Será así más extenso que el de su antecesora, Rosalía Gómez, que estuvo en el cargo apenas 16 meses. Sobre los motivos del relevo de ésta, Sánchez Estrella sólo aclaró que "su contrato acabó y Cristóbal reunía las condiciones para sustituirla".

Buen conocedor de la oficina de la Bienal en Santa Clara, donde impulsó el espectáculo Santas de Zurbarán que, coreografiado por Eva Yerbabuena, puso el prólogo a la muestra que ahora puede verse en el convento, el nuevo director dispondrá, según Sánchez Estrella, "de un presupuesto similar al de la última edición, estimado en 1.400.000 euros", cantidad ésta en la que el Ayuntamiento siempre incluyó la taquilla y que el nuevo responsable, según dijo, aún no ha tenido tiempo de estudiar.

"La Bienal es un festival vivo, le tengo mucho respeto a los anteriores directores, han hecho un trabajo formidable para que sea la cita jonda más importante del mundo. Vamos a seguir potenciando las actividades y espectáculos de calle. Queremos que todos los sevillanos se identifiquen con la Bienal y que todos hablen de ella, comenzando por el taxista que recoge al turista en el aeropuerto. Primaremos la calidad sobre la cantidad para desarrollar proyectos que atraigan a los programadores y probablemente reduciremos en el tiempo la programación oficial aunque no la duración de la Bienal".

Ortega Martos, que también quiere trabajar con la delegación de Educación "para lograr que el festival llegue a los colegios", tendrá que aplicar su "talante conciliador", en expresión de la delegada, para retomar las relaciones con otras administraciones, como la consejería de Turismo, que retiró unilateralmente su apoyo económico en la pasada edición, o como la consejería de Cultura, que ayer lamentó su "marginación" en la designación del director de la Bienal, pese a ser "un socio importante para su organización".

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