Flamenco | 40 aniversario de la Peña Buena Gente

Mucho más que la Nave del Aceite

  • La Peña Buena Gente celebra en las bodegas Fundador su 40 aniversario con una gala donde Jesús Méndez, Diego del Morao y Gema Moneo hacen vibrar al público

Jesús Méndez, en un momento de su actuación.

Jesús Méndez, en un momento de su actuación. / Cedida por Peña Buena Gente

La Peña Flamenca Buena Gente celebró en la noche del pasado sábado la gala conmemorativa de su 40 aniversario. Lo hizo con un elegante acto en las Bodegas Fundador que reunió a socios, artistas, políticos y personalidades del mundo del flamenco y que culminó con un espléndido recital por parte de Jesús Méndez.

Como dijo su presidente, Nicolás Sosa, justo antes de comenzar la actuación, “la Peña Buena Gente es mucho más que la Nave del Aceite”, una afirmación que, tal y como ha quedado patente en los últimos años, no va desencaminada, no en vano esta entidad, que estuvo a punto de desaparecer hace unos años, vive actualmente una época esplendorosa gracias al trabajo de sus socios y su junta directiva.

La noche prometía. Jesús Méndez, Diego del Morao y Gema Moneo se anunciaban como principales espadas de una velada que cumplió con las expectativas. El cantaor jerezano demostró una vez más, como lo calificó en el acto de presentación José María Castaño, que es una primera figura. Asumió absolutamente toda la responsabilidad en el escenario y brindó un recital de más de una hora y cuarto que no dejó indifente a nadie.

El piano de Juan Antonio Sánchez introdujo aires de zambra como aperitivo. Con coqueto traje azul, Jesús levantó los primeros aplausos del público, que llenaba Los Claustros, acordándose de Caracol, intercalando versos del Romance de Juan de Osuna, los Tientos de la Rosa y Qué pena más grande es la mía.

Desde el primer momento, el jerezano no escatimó en esfuerzos como demostró por alegrías, y con unos tientos-tangos (con el sello Méndez) de más de veinte minutos de duración, donde, guiado a la perfección por la guitarra de Diego del Morao, dejó destellos de arte.

Gema Moneo, durante su actuación. Gema Moneo, durante su actuación.

Gema Moneo, durante su actuación. / Cedida por Peña Buena Gente

Repitió de nuevo con el piano de Juan Antonio Sánchez para hacer malagueñas, y seguidamente acometió bulerías por soleá con la colaboración de Gema Moneo. La joven bailaora jerezana es un portento de talento. Fue ella la que asumió el peso de su aparición, por encima de cante y guitarra, demostrando además un manejo de la improvisación y una fuerza arrolladora. Todos disfrutaron con su baile, desde los palmeros Diego Montoya y Manuel Salado, Jesús Méndez, Diego del Morao, embobado con cada uno de sus movimientos, y sobre todo el público que la despidió en pie.

Con la adrenalina por las nubes, Jesús entonó una tanda de fandangos, marcados por ese aire chocolatero que tanto le gusta, y rematándolos por El Gloria. Su primera aparición la cerró por bulerías, con Diego en plena ebullición de compás. Excelente.

Fue el turno entonces de Rosario Heredia y Tomasa Peña, que cambiaron el registro acercándose al cuplé por bulerías. Para terminar, fin de fiesta con pataíta de Diego, Gema y Manuel Salado, que pusieron colofón a un aniversario exquisito.

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