El reconocido actor Paco Algora (Madrid, 1948) acudió ayer al tabanco de la Cruz Vieja para presentar su nuevo libro, 'Romancero de convalecencia, resistencia y esperanza'. Según el autor, que se siente censurado en su faceta como actor, este libro se trata de una llamada a la unión de la ciudadanía contra los abusos de poder.

-¿Qué se encuentra la gente entre las páginas de 'Romancero de convalecencia, resistencia y esperanza'?

-Se encuentra con un grito, con un aullido frente al disparate que estamos viviendo. Parece que el personal no quiere enterarse y hay poca conciencia de la gravedad del tema.

-¿Y qué instrumento usa?

-Es una llamada a la unión y la esperanza. Hay un cuarteto que dice "Unámonos de una vez y presentémosle cara a esta multitud de ratas que nos van royendo el alma".

-Suena a una llamada de atención a la vida política.

-Política, vital y de todo. Creo que se está extendiendo un fascismo terrorífico porque están recortando las libertades y realmente cada vez estamos más desunidos.

-¿Qué lleva a esta desunión?

-Está todo el mundo absolutamente atocinado con tanta tecnología. La gente joven ya no sabe ni quien era Benavente, han hecho desaparecer la poesía y el teatro de la vida cotidiana, por ejemplo.

-¿Pan y circo?

-Y con el juguetito en casa. Nunca han sido tontos, cuanto más ignorantes seamos mejor se nos maneja. Estamos ante un individualismo feroz, se ha perdido la solidaridad.

-¿Desde cuándo ve este problema?

-Lo llevo viendo terrorífico desde hace muchos años, desde que nací, con la diferencia de que ha ido yendo a más. Esperaba que al llegar a esta edad hubieran cambiado las cosas. Pues no. Todo lo que conseguimos en los años 70 a nivel laboral, cultural y todos los niveles se ha perdido.

-Empezó al final de una dictadura, ¿cómo ha cambiado el mundo?

-No fue el final, ahí seguimos. La única diferencia es que aquella era manifiesta y esta es encubierta.

-¿Es peor?

-Claro. Como decía Vázquez Montalbán, contra Franco luchábamos mejor porque había un enemigo reconocible, ahora hay una democracia que no existe y es mucho más sangriento.

-¿Cuál es la receta para parar la 'sangre'?

-Desde el amor, la libertad, la unión y la fraternidad. Si no nos unimos, nos van a machacar por todas partes. O nos reconocemos como hermanos o viviremos como salvajes.

-¿Intenta combinar su faceta de escritor con la de actor?

-Me tienen castigado hace muchos años. La última vez que aparecí en televisión fue hace diez años con 'Amar en tiempos revueltos'. En el cine, la última fue 'Sangre de mayo', hace siete años.

-¿Se siente censurado?

-No me siento, me consta. Llevo sin hacer teatro hace 30 años, me despedí porque había más censura que cuando Franco...