Cultura

Enfermedad de Alzheimer

  • La Academia, hoy

LA enfermedad de Alzheimer es el tipo más frecuente de demencia, consistente en una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central, de inicio insidioso y curso lentamente progresivo, que empezando por alterar la memoria reciente, sigue afectando otras áreas intelectuales como la orientación en el tiempo y el espacio, el lenguaje, la capacidad visuoespacial, el juicio y el cálculo, acompañándose de síntomas psicológicos y conductuales que alteran la personalidad del paciente, impidiendo realizar las actividades cotidianas de su vida diaria.

Esta enfermedad fue descrita por un neurólogo alemán a principios del siglo pasado: Alois Alzheimer, que tras observar varios años a una paciente afecta de la misma, realizó una descripción minuciosa de sus síntomas, y dibujó las imágenes que obtuvo tras analizar al microscopio, muestras de su cerebro tras fallecer.

Como tantas cosas en medicina, esta publicación quedó relegada a un capítulo de un tratado de psiquiatría de un compañero suyo de hospital, y no fue hasta que personas importantes de la vida pública se han visto afectas de padecerla, cuando la sociedad no ha mostrado su interés en profundizar su estudio para llegar a un mejor diagnóstico y tratamiento.

Dada la elevada prevalencia de la misma en la población cada vez más envejecida, son muchos los adelantos que se han ido consiguiendo en los últimos años con la enfermedad de Alzheimer. Se han abierto varias líneas de investigación. Una sobre su etiología, así hoy conocemos que existe un componente genético que puede transmitirse entre algunos casos familiares, por unas mutaciones cromosómicas precisas. En segundo lugar conocemos como se produce la enfermedad, al saberse que los depósitos patológicos que se ven en el cerebro de estos enfermos son acumulaciones de una proteína: la beta.amiloide que no es soluble y termina por lesionar las neuronas y provocar los síntomas de la enfermedad. En tercer lugar se está avanzando en el diagnóstico, ya que hasta hace poco, sólo se llegaba a un diagnostico de sospecha con los datos clínicos obtenidos de le entrevista al paciente y sus cuidadores, pero el avance en las pruebas de laboratorio, y sobre todo de neuroimagen: resonancia craneal, PET, y SPET, nos acercan mucho más a un diagnóstico de precisión. Y por último, en cuarto lugar, los avances en el tratamiento, pasando de ser una enfermedad en la que no existía medicación, a una en la que disponemos en la actualidad de diversos fármacos que han demostrado frenar el curso evolutivo de la misma, controlando tanto los síntomas cognitivos como los funcionales y psicológicos, reduciendo la sobrecarga del cuidador. Y están abiertos nuevos trabajos de investigación con nuevos fármacos.

Además en el Alzheimer no se ha avanzado sólo en el campo de la Medicina, son muchos los profesionales de la salud que aportan sus conocimientos con el fín de mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familiares: psicólogos con programas de entrenamiento mental, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, enfermería, y trabajadores sociales, que ayudan a mantener el máximo tiempo activo e independiente al paciente, ofreciéndoles los recursos que mejor puedan adaptarse a las necesidades de cada paciente, en cada momento de su enfermedad.

Hoy contamos con un Plan Andaluz de Alzheimer, y con una Ley de dependencia, que tras valorar al enfermo en cuestión, ofrece una serie de recursos: ayuda en domicilio, unidad de estancias diurnas, o residencias geriátricas asistidas, para garantizar una calidad asistencial al enfermo de Alzheimer.

Juan Carlos Durán Alonso

Médico especialista en Geriatría

Hospital Juan Grande. Jerez

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