Cultura

Espejismos de felicidad

Drama, Francia, 2014, 92 min. Dirección y guión: Marie Amachoukeli-Barsacq, Claire Burger, Samuel Theis. Fotografía: Julien Poupard. Intérpretes: Angélique Litzenburger, Joseph Bour, Mario Theis, Samuel Theis, Séverine Litzenburger, Cynthia Litzenburger.

Con el aval de la Cámara de Oro en el Festival de Cannes y la candidatura al Premio Discovery de la European Film Academy, la cinta francesa Mil noches, una boda, debut en la dirección del trío formado por Marie Amachoukeli, Claire Burger y Samuel Theis, plantea una más que interesante deriva en el retrato de una mujer madura, trabajadora en un club de alterne, y la posibilidad de cambiar de vida que se le presenta inopinadamente cuando uno de sus clientes habituales le propone matrimonio.

Interesante deriva por lo que tiene de quiebro ante ciertas expectativas habituales en este tipo de retratos de madurez y crisis femenina, que suelen asumir la exposición del drama, primero, y el camino hacia la redención, después, como puntos inevitables de un trayecto personal que, aunque se sitúe en los márgenes de confort de la normalidad burguesa, tiende siempre a recompensar a su espectador con un desenlace que pueda llegar a entender o con el que pueda simpatizar fácilmente.

No es el caso de este filme, cuyos atisbos de happy ending terminan aparcados en una solución inconclusa y abierta que, por otro lado, no hace sino reafirmar ese carácter opaco, insatisfecho e indomable de su protagonista, una mujer que parece contentarse con darle a los demás el espejismo de una jubilación feliz cuando ella misma sabe o intuye que no puede escapar de su propia condición.

Angélique Litzenburger contribuye enormemente con su interpretación al éxito de la propuesta, como también lo hace el hecho de que muchos de los actores y actrices que la rodean sean sus propios hijos e hijas en la vida real, uno de los cuales, Samuel Theis, es también el codirector de un filme capaz de retratar un mundo fronterizo con fidelidad sin necesidad de embellecerlo o de hacer de su relato algo más cinematográfico de lo necesario.

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