Cultura

Eterna Carmen

  • Un Teatro Villamarta con sus mejores galas despide otra brillante temporada

La verdadera revolución del personaje de Carmen estriba en su libertad de expresión y libertad de decisión en una época donde esto era impensable para una mujer y que el personaje manifiesta rotundamente con un "¡Carmen libre nació y libre morirá!". Sin embargo, son muy discutibles las maneras de ejercer estas libertades; embaucando, manipulando, consiguiendo con sus ardides siempre el beneficio propio. No obstante, nada justifica un asunto por desgracia tan de actualidad como el crimen pasional, en la obra cometido por un Don José poseído por los celos y devorado por un fatal sentimiento de propiedad: "¡Te tengo y te obligaré a someterte al destino que te ata al mío!".

Este sábado se representaba una producción propia del Teatro Villamarta que data del año 2006 y que ha sembrado numerosos éxitos allá donde ha ido. Bajo la dirección de escena de Francisco López y la Orquesta de Murcia dirigida por Elena Herrera y un aforo prácticamente completo, se ponía en marcha esta magistral obra del genial Georges Bizet. Compuesta al final de su corta vida, es ejemplo del excelente sentido melódico y riqueza rítmica y armónica del músico francés.

El tono general de la obra fue in crescendo a lo largo de la representación, sobre todo al ajustar la afinación de la orquesta con los cantantes después del primer acto. La madrileña María José Montiel (Carmen) mantuvo muy bien un personaje conocido para ella dotándolo de fuerza y expresividad gracias a su temperamento y riqueza tímbrica, e impregnando con su encanto natural la escena (aunque algo incómoda en el segundo acto tocando las castañuelas). Marcelo Puente (Don José) asumió su rol perfectamente reflejando la transformación dramática del personaje desde la pulcritud del primer acto, hasta la desesperación de la escena final, donde alcanzó elevadas cotas dramáticas y líricas. Manejó con soltura los pasajes agudos y ofreció un fraseo firme. Un cantante prometedor con una trayectoria en alza.

En los secundarios, el barítono José Antonio López dio personalidad al torero Escamillo gracias a una voz con mucho carácter a veces ahogada por un acompañamiento orquestal excesivo como en 'Toréador, en garde'. La soprano Ainhoa Garmendia proporcionó la dulzura justa al papel de Micaela, y nos ofreció una bella interpretación del aria 'Je dis que rien ne m'épouvante' gracias a su aterciopelado timbre. El resto de cantantes acompañaron ágilmente la escena. La Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia interpretó a un Bizet muy trabajado, sacando la paleta de colores típica del autor con gran precisión rítmica, en líneas generales con un acompañamiento demasiado forte. El coro amateur del teatro Villamarta y la escolanía de la Escuela Municipal de Música de Jerez se amoldaron satisfactoriamente a la atmósfera musical de la representación. A destacar el elegante baile de la jerezana Leonor Leal entre actos representando a El Destino. La puesta en escena dirigida por Francisco López en general fue efectiva, resultando más desnuda en el tercer acto y culminando en el cuarto acto entre la composición colorista y llena de vida a la entrada de la plaza y la más oscura y dramática del fatal desenlace.

Los asistentes pudieron seguir toda la información de la ópera gracias al magnifico libreto confeccionado de nuevo por La Arcadia-Jerez. Con un público agradecido y satisfecho se cerró la quinceava temporada lírica, con un nivel sobresaliente para los tiempos que corren.

Ópera cómica en cuatro actos de Georges Bizet (1838-1875). Intérpretes: Carmen, María José Montiel. Don José, Marcelo Puente. Escamillo, José Antonio López. Micaela, Ainhoa Garmendia. Frasquita, Cecilia Lavilla Berganza. Mercedes, Marina Pardo. Remendado, José Canales. Dancario, David Rubiera. Zúñiga, Francisco Santiago. Morales, Ángel Tomás Pérez. El destino, Leonor Leal. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, Coro del teatro Villamarta, Escolanía de la Escuela Municipal de Música de Jerez. Directora musical: Elena Herrera. Director de escena: Francisco López.

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