La exposición que se presenta en el colegio Montaigne, antigua Compañía de María, pone en sintonía el tren, el universo ferroviario y lo artístico. Desde que el tren fue un hecho que puso en valor la modernidad, muchos artistas vieron en él y en todo lo que lo rodeaba especialísimos motivos para protagonizar sus obras. Los ejemplos son infinitos y han llenado bellas páginas de la Historia del Arte.

Esta pequeña colección, de alrededor de treinta piezas, constituyen el amor que el crítico de arte Bernardo Palomo siente a todo lo relacionado con el ferrocarril. Él, que nació en un pueblo, entonces, de mucha importancia ferroviaria; hijo y nieto de ferroviarios y profesional de lo artístico en su faceta de crítico de arte, ha unido sus dos más íntimas aficiones, el ferrocarril y el arte y ha ido, a lo largo de estos últimos treinta años, reuniendo una colección de pinturas, fotografías, esculturas, dibujos y hasta instalaciones que ponen en sintonía los amplios esquemas del arte contemporáneo y los muchos elementos que constituyen todo lo relacionado con el tren.

Las obras que conforman la exposición y que se pueden ver en el pario árabe del colegio provienen de artistas de muy diferente filiación plástica y estética, presentándose piezas que responden a todos los registros del arte actual. En cuanto a los artistas parecen nombre muy conocidos del panorama actual: Juan Ángel González de la Calle, Manuel del Valle, Ricardo Galán Urréjola, María Luisa Rey, Pepe Cano, Carlos Laínez, Carmen Guerrero, Juan Carlos Toro, Jesús Rosa, Pepe Márquez, Pedro Cuadra, Paco Broca, María Ortega, Pepe Medina, Antonio Temblador, José Manuel Paredes, José Crespo, entre otros.

La exposición estará abierta en horario de mañana y tarde de lunes a viernes, y permanecerá cerrada los viernes por la tarde y los sábados y domíngos.