Cultura

Gioia

ALEKSANDRA KURZAK, soprano. 'GIOIA'. Arias de óperas de Rossini, Mozart, Donizetti, Johann Strauss II, Puccini, Verdi, Bellini y Moniuszko. Orquesta de la Comunitat Valenciana. Dir.: Omer Meir Wellber. Francesco Demuro, tenor. DECCA 478 2730

EN febrero de 2001 se estrenó en el Teatro Villamarta 'La flauta mágica de Mozart', el teatro jerezano acogía una producción escénica procedente de Palma de Mallorca regida por Stefano Poda, con un elenco mucho más atractivo e interesante de lo que algunos creyeron entender: el papel de Pamina fue defendido por la soprano Ana Rodrigo, el príncipe Tamino lo encarnó el tenor jerezano Ismael Jordi, el gran sacerdote Sarastro fue interpretado por el bajo Felipe Bou y Papageno por el barítono Iñaki Fresan, entre otros; todos a las órdenes de la sabia batuta de Juan Luis Pérez.

Para el estático (nunca mejor dicho) papel de la Reina de la noche se contó con la soprano polaca Aleksandra Kurzak, una joven cantante que entonces formaba parte de la compañía de la Staatsoper de Hamburgo, donde permaneció hasta el año 2007 cantando numerosos papeles de ópera alemana ('El rapto en el serrallo', 'Fidelio', 'El cazador furtivo', 'Hänsel y Gretel') e italiana ('Falstaff', 'Las bodas de Fígaro', 'La clemenza de Titus', 'Rigoletto', 'Il turco in Italia') experiencia que le sirvió para debutar en teatros tan importantes como el Metropolitan Opera House de Nueva York con la Olympia de 'Los cuentos de Hoffmann' y en la Royal Opera House Covent Garden de Londres con 'Aspasia en Mitridat', Re di Ponto. En febrero de 2010 hizo su debut en el Teatro alla Scala de Milán como Gilda en 'Rigoletto'.

Aleksandra Kurzak ha actuado, igualmente, en numerosos teatros de ópera de Europa y Estados Unidos, a las órdenes de los más destacados directores musicales del momento, manteniendo una relación especial con nuestro país; como demuestra esta 'Gioia' su primer álbum como artista exclusiva del afamado sello Decca, grabado en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia en diciembre del pasado año, en el que ofrece un granado recital con arias de ópera del repertorio más exigentes (y qué duda cabe, más comprometido) donde se advierte un escrupuloso dominio de las agilidades reforzado por una hermosa línea de canto.

Ya se sabe que hoy más que nunca es necesario arriesgar para hacerse un sitio en el apretado y difícil panorama internacional de la lírica, la polaca es consciente de ello y apuesta seriamente por su carrera poniendo todo su empeño en este proyecto discográfico, del que sale airosa. Destacan -como no podía ser de otra manera en repertorio tan variado- algunas arias sobre otras; entre ellas 'Una voce poco fa' de 'El barbero de Sevilla' y 'Deh vieni, non tardar' de 'Las bodas de Fígaro'.

Magnifica presentación discográfica de la soprano polaca a la que auguramos un brillante futuro.

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