Los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid rindieron días atrás tributo a la trayectoria del compositor jerezano Manuel Alejandro. Destacados representantes del sector cultural glosaron su figura en una mesa redonda que tuvo lugar en la Biblioteca Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense en Madrid. Entre los asistentes estaban José Miguel Fernández Sastrón, presidente de la SGAE, quien definió al autor como "un poeta de la melodía, la música y las palabras". El máximo ejecutivo de la entidad de gestión reconoció que "es un honor y un privilegio poder participar en este homenaje" al que considera un "entrañable amigo", según describe la web de la SGAE.

Para Teresa Lizaranzu, embajadora de España ante la UNESCO, "Manuel Alejandro es el fiel representante de la música como lenguaje del alma". Al encuentro asistieron además, Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Literaria y Artística para la Defensa del Derecho de Autor (ALADDA), y Luis Cobos, presidente de AIE (Artistas Intérpretes o Ejecutantes). Entre los artistas presentes, las cantantes Diana Navarro y Cristina del Valle y la soprano Pilar Jurado. El colofón final estuvo a cargo de Josemi Carmona.

Compositor, letrista, pianista, productor y director de orquesta, pero sobre todo autor. Manuel Alejandro (Jerez, 1933) es miembro de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) desde el año 1951. Creador de más de 500 canciones, la mayoría de ellas han sido grandes éxitos y viven en la memoria de todos atribuidas, con frecuencia, a los artistas que las dieron a conocer. Heredero de un piano y del talento de su padre -el respetado músico y sinfonista Germán Álvarez-Beigbeder-, Manuel Alejandro ha sabido siempre trasladar la pasión mediterránea y los encuentros entre amantes al universo de la canción, cosechando grandes éxitos en España y Latinoamérica. Manuel Alejandro afirma que "piensa en el cantante" cada vez que compone, porque será el artista, y no él, quien ponga rostro a sus ideas. Por eso se podría decir que cada tema identifica en cierta forma al cantante al que fue dirigido.

Trabajador incansable, el músico confía más en su propio esfuerzo que en las musas, y se inspira en los detalles cotidianos para tejer historias sobre las teclas de su piano. Hace años acompañó con este instrumento al cantante Raphael para la versión del tema navideño 'El Tamborilero' y la composición inédita de la 'Nana al niño Dios antes de nacer', siempre desde un lugar cercano al anonimato.

En marzo de 2008 recibió también el Premio de Honor de la XII Edición de los Premios de la Música, en reconocimiento a su talento y a su trayectoria musical. Tres años después, la Academia Latina LARAS le otorgó el Premio Grammy Latino del Consejo Directivo de la institución. El Consejo de ministros de España le concedió la Medalla de Oro al mérito de las Bellas Artes en 2014.