Cultura

Inéditos

Alexander Slidell Mackenzie viajó a España por vez primera en 1827 y de aquel viaje surgiría el libro 'A year in Spain', una obra maestra de la literatura viajera y hoy prácticamente desconocida, por circunstancias que se nos hacen inexplicables, para el lector español. Richard Ford, que no era precisamente muy dado a alabanzas gratuitas, elogió sin reservas el libro pues abría al público británico extensas zonas geográficas de la península, muy especialmente del mundo rural, poco tenidas en cuenta por anteriores viajeros. Pero pese al interés de este libro y del éxito que alcanzó en los países anglosajones (dos ediciones norteamericanas, y una inglesa), cuando se cumplen los 185 años de aquel viaje que lo propició no contamos con ninguna versión en castellano. En 'A year in Spain' se dedican casi todos los capítulos del 2º volumen a las provincias andaluzas, especialmente al Reino de Sevilla, pero también a algunas poblaciones de Cádiz, como Sanlúcar, El Puerto o la misma Cádiz. La realidad que vive esta última ciudad cuando la visita el norteamericano, y así se nos lo refleja leyendo su obra, es la una ciudad ocupada por las tropas francesas para ayudar a restaurar el poder absoluto de Fernando VII, una vez acallados los ecos constitucionalistas del '12' que en estas fechas conmemoramos. Las calles están llenas de uniformes militares franceses y el contrabando es una de las principales fuentes de ingresos, en la que competirá con Gibraltar. Mackenzie, tras visitar Cádiz, pretendió dirigirse a Gibraltar por barco, pero el fuerte levante le hizo decidirse por la ruta terrestre lo que nos ha permitido tener una singular visión del paisaje costero hasta Gibraltar. Años después de este relato, Mackenzie volvería a la Península, sorteando la prohibición que sobre él pesaba dictada por las autoridades españolas, descontentas con la visión que de España dejaba su primer libro, y de ahí surgiría 'Spain revisited', también con los favores de critica y público e igualmente inédito en castellano. Ambos libros se conservan en la Biblioteca Municipal de Jerez, que es una de los pocos centros que tienen el privilegio de conservar ejemplares de sus ediciones originales, en este caso de la inglesa (Murray, Londres 1831). Ramón Clavijo Provencio

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