Llamar arquitecto, escultor y pintor a Álvaro La Rosa Talleri no abarcaría la grandiosidad de la obra realizada por este autor de origen peruano. La fachada de la vivienda que él mismo diseñó, ya sustenta bajo sus pilares duros años de trabajo y dedicación. Admirando esta obra se le puede calificar como uno de los mejores artistas peruanos residentes en España, de gran envergadura en arquitectura, artes gráficas y plásticas.

Tras concederle dos becas de Arquitectura y Urbanismo hace alrededor de treinta años, Álvaro desembarcó toda su destreza peruana en España, primero en Madrid y luego en Jerez, donde reside desde 1990. "Tras observar unas postales de Palazuelos, que me parecieron geniales, pensé: yo también quiero hacer estas cosas", declara el artista y añade que "hay un mundo no físico, un poder mental que me fascina". Cuando vivía en Perú trabajó con cerámica, en España cambió de técnica para ocuparse de la pintura, pero no conforme con anclarse en alguno de estos ámbitos donde primaba la figuración, se pasó al plano cognitivo.

Todo comenzó en 1987 en una exposición en Bulgaria. "En este momento, Bulgaria no quería mostrar obras abstractas y prácticamente todo era figurativo", destaca el arquitecto. Allí exhibió algunas obras de figuras geométricas y la acogida fue espectacular. "Mucha gente me escribió para confesar que eso era lo que ellos querían pintar y no les dejaban", añade La Rosa. Lo que más le llamó la atención fue el recelo del público hacia obras geométricas y sin embargo, en lo más alto de Bulgaria se situaba un símbolo geométrico que nadie extrañaba: la estrella comunista. "Lo que quería demostrar con esto era que la geometría no es una ciencia abstracta, sino que las figuras, como esa estrella, representan la idea de muchas personas", revela el urbanista.

A partir de esa experiencia, estudió el alfabeto surgido por los búlgaros y servios: el cirílico. "Es un alfabeto que tiene muchos grafismos", afirma. De ahí inventó cuatro familias de símbolos y comenzó un juego de descomposición. "No te imaginas la cantidad de cosas que salen: letras, números...¡un espectro increíble!", explica La Rosa. Esta gama las enlazó con la pintura y explica que "esa unión tiene una parte racional y otra emocional; el color". Así surgió la serie 'Códigos', donde se recrea la influencia de las asombrosas líneas de Nazca, dibujadas en el desierto de Perú.

Su trayectoria profesional se define en varias obras destacadas, una de ellas es una pintura acrílica que se encuentra en el Ayuntamiento de Jerez y "representa un símbolo, que sería el Tío Pepe, y el color, que simboliza la Feria", detalla el arquitecto. De la primera escultura de bronce que confeccionó, recuerda una bonita anécdota en la que un buen amigo suyo le regaló esta medalla al presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana (antiguo ICI), de aquí pasó a manos de Felipe González y éste se lo regaló al Rey. "Es curioso cómo la primera obra artística que hice llegó a manos del Rey", cuenta el autor.

En la actualidad, Álvaro se encuentra en una etapa arquitectónica en plena efervescencia. En 2003 recibió el Primer Premio en el Concurso Arquitectónico, nueva sede del Colegio Oficial del COII Ingenieros Industriales, en Cádiz. En esta misma ciudad se encuentran actualmente en exhibición dos obras suyas, un proyecto arquitectónico y un cuadro de la singular serie 'Códigos'. Este proyecto titulado 'América Ibérica' expuesto en el Castillo Santa Catalina, es una maqueta sobre la semejanza de la geometría y la Independencia de América. Con este trabajo participa en el proyecto 'Cádiz 2012', que conmemora el Bicentenario de la Constitución de 1812.

Ahora, la ilusión de Álvaro es la aprobación de este proyecto para que simbolice un buen recuerdo del Bicentenario. Anima a visitar la obra en Cádiz y a opinar de ella en: america.iberica.2012@gmail.com.