david selva. coordinador del grado de publicidad y relaciones públicas en la facultad de ccss

"Martes y 13 estrenaron 'Thriller' en un especial navideño"

  • El profesor de Creatividad Publicitaria en el campus habla sobre el videoclip, elemento sobre el que versa su tesis y primer libro

David Selva, profesor de Creatividad Publicitaria e investigador en el Departamento de Marketing y Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales, publicó el pasado mes de junio 'El videoclip. Comunicación comercial en la industria musical'. El título es resultado de su tesis doctoral, donde desgrana esta herramienta audiovisual que le fascina desde que era pequeño. De esta forma, pasó su juventud disfrutando de los videoclips de la Bola de Cristal mientras que la otra parte de su tiempo se la pasó entre estudios y haciendo sus pinitos como actor e integrante en un grupo de música. Cuando creció se dio cuenta de que el videoclip aunaba todo lo que le fascinaba: la publicidad y la música.

-¿Qué tiene el videoclip que tanto le fascina?

-Desde un punto de vista personal me encanta la música y el videoclip, de algún modo, es una forma de mostrarla, además de añadir capas visuales de significado. Desde el punto de vista popular, creo que pasa más o menos lo mismo, va ligado a la idea de que gente que canta bien hay mucha, pero que significa algo cuando canta ya no tanta. El videoclip añade esa capa de significado que marca la diferencia.

-Después de su irrupción en los años 80, su producción había caído en picado hasta hace unos años.

-En los años 80 hubo un 'boom' por la novedad, pero ahora ha resurgido porque creo que la gente más joven no conciben escuchar la música solo con el componente sonoro, pasan las tardes viendo vídeos en Youtube. Entonces, claro, de algún modo necesitan ese soporte visual que permite la música.

-Incluso es ahora el videoclip el elemento que potencia la industria musical.

-Sigue habiendo dudas de la función que va a cumplir el videoclip en un futuro, porque hasta ahora estaba claro que había un producto que era el disco, en el que se seleccionaba una canción que es el single y ese tema se comercializaba y daba bombo, se le añadían imágenes y hacías un videoclip... Pero claro, ¿qué pasa ahora? La gente, primero compra muy pocos discos, y segundo, nos estamos habituando a escuchar música a través de canciones individuales más que trabajos completos con herramientas como Spotify. De pronto el videoclip es más de lo que es esta canción individual, con lo cual de algún modo su función como herramienta de comunicación y promocional es... rara.

-Siempre utiliza el término fonográfico en vez de discográfico.

-Son sinónimos, es más se puede utilizar indistintamente, pero el correcto hoy es fonográfico porque 'disco' alude a un formato que hoy por hoy no es el único ni mucho menos. 'Fono' es grabación, ¿dónde está? En muchos sitios, hoy día más con la pluralidad de soportes que existen.

-En el libro no deja de repetir que España estuvo a la cola de este fenómeno.

-Nunca hemos tenido la tradición de videoclip que ha habido por ejemplo en Estados Unidos. En su momento había varios factores que estancaba esta iniciativa, el más importante bajo mi punto de vista es la estructura del mercado televisivo. Mientras en Estados Unidos existía a principios de los 80 la televisión por cable, en España había dos canales. Entonces, ¿dónde pones los videoclips? Hay fenómenos que me llaman mucho la atención como el caso del 'Thriller' de Michael Jackson, que se estrenó en España en un especial de Navidad presentado por Martes y 13. Es decir, ¿dónde demonios metemos esta cosa que mola tanto? Hubo fenómenos muy puntuales como La Bola de Cristal, pero muy amateur y con poco dinero.

-¿Y en la actualidad?

-Estamos igualándonos. De hecho, hay muchos realizadores que están consiguiendo notoriedad a nivel internacional con videoclips creados en España y el consumo, pese a que la televisión vuelve a estar completamente al margen del fenómeno, está creciendo.

-Parece que el éxito del videoclip, paradójicamente, está ligado a la música indie.

-Hay un 'boom' del videoclip indie en general, pero en España desde un punto de vista de industria discográfica, el videoclip 'potente', salvando a David Bisbal y dos más, se da en este estilo. Estos artistas pueden contar con un realizador con un punto indie a los que les gusta el grupo y lo hacen de forma casi altruista.

-Es un poco triste que el artista realizador del videoclip pase tan desapercibido.

-Al fin y al cabo es una herramienta de comunicación comercial y pasa un poco como en la publicidad, ya que vemos muchos anuncios en la tele y nunca sabemos quién está detrás. De todos modos, está cambiando en la medida en que el videoclip tiene esa especie de doble alma, siendo por un lado una herramienta publicitaria, donde se mantiene el anonimato que tendría la agencia de publicidad; y por el otro, es que es un producto cultural, y aquí sí que comenzamos a conocer a algunos realizadores que a nivel popular la gente conoce.

-En muchas ocasiones, ser director o realizador de videoclips es un paso previo para dar el salto al cine.

-Hablando de eso con mis alumnos, me hace gracia que les sorprenda que Juan Antonio Bayona, el director de 'El orfanato' o 'Lo imposible', sea el realizador de los videoclips de Camela, como 'Zarpa el amor' (risas).

-Hace mucho hincapié en que no se puede poner fecha al inicio del fenómeno del videoclip.

-No hay un día al que a alguien se le ocurre inventarlo, lo que sí existen son un montón de líneas que van conduciendo a algo que al final eclosionan y aparecen pequeños cortos que se aproximan a lo que hoy conocemos cono videoclip. Se habla mucho de que 'Bohemian Rapsody' es el primero. Bajo mi punto de vista, si hay que poner una fecha de nacimiento, es en la época de Los Beatles cuando se plantean una forma de promocionarse en Estados Unidos mientras estaban en Gran Bretaña: realizar pequeñas películas tocando y que añaden otras imágenes para complementarlo. En el caso de Queen, sí que fue un antes y un después, un punto de inflexión porque es la primera vez que hay una consciencia clara de querer conseguir una repercusión promocional y además la consiguen. Las compañías llamaban al director y le decían: 'Queremos uno de esos'.

-¿Hacia dónde está evolucionando la industria respecto al videoclip?

-No se sabe muy bien a dónde está yendo, pero está en proceso de reformulación tardía. Más que nada porque ha estado muchos años negando que las cosas estaban cambiando y en vez de adaptarse ha intentado negar los hechos. Tú puedes negarlos, pero no detenerlos. Cuando la industria ha querido reaccionar, el cambio ya estaba y el público había adquirido una serie de hábitos, había otras industrias comiéndoles el terreno.

-Es un cambio de raíz.

-Es un terreno apasionante porque todo lo que era el marketing se basaba en que el beneficio para la industria venía de los artistas superventas. Lanzaban a 20 artistas, 19 iban a ser deficitarios pero uno iba a ser tan exitoso que iba a compensar el gasto. Lo que sucede es que ahora mismo es que gracias a internet y los formatos virtuales es más factible que artistas pequeñitos con sus discos poco promocionados puedan llegar a ser beneficiosos porque como no hay coste por unidad. Eso cambia completamente la industria.

-Youtube parece la herramienta estrella en este sentido.

-Es que para mí, el 'boom' que fue MTV al principio de los 80, lo es hoy Youtube. Es la pieza clave de la música ahora mismo. Los jóvenes están habituados a que sea su herramienta para escuchar música. Por ejemplo, que un tipo coreano como PSY sea ahora el vídeo más visto de la red... ¡Estamos hablando de miles de millones de personas que han visto a un señor coreano cantando una canción en un idioma que ninguno dominamos!

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