Cultura

Música, imagen y palabras vuelven a citarse en las 'Coordenadas'

  • Rafael de Cózar inaugura esta tarde, en el Centro Cultural Reina Sofía, el III encuentro en torno a Carlos Edmundo de Ory

Que nada nuevo se inventa es una verdad tan aplastante que uno puede encontrar gestos de "vanguardia" (gestos de juego) varios siglos antes de Cristo. "Apollinaire, por ejemplo, se considera el inventor del caligrama (texto con forma de figuras). Pero ya hay caligramas griegos en el siglo IV... Muchas veces, al contrastar cosas como esta, hay quien dice: Entonces, ¿para qué me esfuerzo en hacer nada nuevo?"

Y es que los antiguos, coincide Rafael de Cózar, podían ser muy modernos. El escritor inaugura esta tarde el tercer encuentro Coordenadas, que convoca en torno a Carlos Edmundo de Ory letra, música e imagen: el Centro Cultural Reina Sofía inaugura hoy, además, la muestra homenaje a Raymond Queneau Cien mil millones de poemas; y a las 21.00 horas, la sede acoge en concierto a Juan Luis Pineda y Alejandro Luque.

En esta ocasión, la conferencia de De Cózar indagará en torno a la Palabra y música: Carlos Edmundo de Ory como vehículo entre la tradición y el OuLiPo: "Es decir -explica-, sobre las raíces entre música y literatura a través de una pequeña antología de textos. Autores avanzados del postismo, de las segundas vanguardias o de la II Guerra Mundial vienen a sintetizar planteamientos parecidos a autores de hace siglos. Así, vemos que textos que parecen de auténtica vanguardia están firmados por Garcilaso o Juan Ramón..."

Ejemplos de vanguardia añeja, por decir, hay muchos: "El concepto de Cien mil millones de poemas, un juego de combinaciones de versos, ya estaba en un manuscrito del siglo VIII; algo muy parecido a los discos visuales de Octavio Paz: discos concéntricos de palabras cosidos por un eje que se van combinando... -prosigue De Cózar-. Y hace unos años, en una exposición sobre libros objeto en Sevilla, se podía ver un volumen que tenía páginas de dos metros de metacrilato que se iban pasando como una rueda... Y los desmesurados códices miniados ya eran libros objeto".

Rafael de Cózar no descarta que algunas de esas cosas ya las conocieran los miembros de las vanguardias, pero que en la mayor parte de los casos "se iban redescubriendo. Ocurre como con el amor, que se practica poco pero sobre el que se ha escrito mucho durante siglos. Y no te digo ya de la muerte, de la que nadie sabe nada y sobre la que todo el mundo escribe".

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