Te quedas muerta en la bañera...

Notas sobre un artesonado del convento del Espíritu Santo

Según la tradición, el monasterio del Espíritu Santo es el convento femenino más antiguo de los que se fundaron en la ciudad, remontándose su existencia al siglo XIV, si bien no hay constancia documental de que el cenobio existiese con anterioridad al XV(1), datándose en 1430 el documento más antiguo que se conoce(2). De la obra medieval del convento no se conoce ninguna referencia concreta(3) ni se conserva ningún resto, siendo el grueso de la construcción de los siglos XVI y XVII(4) o del XX, cuando el cenobio sufrió una importante reforma. Dentro de la zona de clausura e inmediata al coro bajo, se conserva la sala capitular, un espacio cuadrado cubierto por azulejos de tabla sostenidos por viguería. Un documento de 1484 nos hizo pensar(5) que la estancia podría haber sido construida en esa época, pero un análisis más detenido de los elementos decorativos me ha hecho reconsiderar esta teoría. La estancia es cuadrada y se cubre por una viguería sostenida por zapatas decoradas en su frente con roleos y en la zona superior con un motivo de soga que se repite en las vigas de los muros perimetrales y a lo largo de todas las transversales, formando dos lazos en la zona central de cada una de ellas.

Este motivo de soga resulta extraño a los escasos ejemplos de artesonados medievales que se conservan en la ciudad, como el palacio de Camporreal, el de los marqueses de las Mesas de Asta o el antiguo palacio de los marqueses de Villamarta(6), ni se conoce nada similar en el antiguo Reino de Sevilla realizado en ese periodo. Por tanto, todo parece indicar que el motivo de la soga, que nada tiene que ver con el cordón franciscano pues el convento era de dominicas, fue tomado del repertorio ornamental que trajeron a la zona los maestros constructores portugueses y que aparece, por ejemplo, en la portada de la capilla bautismal de San Miguel de Jerez. Es cierto que se trata de un caso excepcional, ya que se encuentra labrado en madera, y no en piedra, pero lo que es seguro es que la obra no puede ser anterior a 1520, cuando se documenta en la zona la presencia de los primeros artífices provenientes del país vecino. Por otra parte, los azulejos son del mismo tipo que los que Diego Polido fabricó en 1529 para las gradas y el sagrario de la jerezana parroquia de San Mateo, con lo que parece evidente que la obra fue realizada en torno a 1530.

La falta de documentación impide conocer si el techo de la sala capitular del monasterio del Espíritu Santo fue realizado por algún carpintero de lo blanco portugués, o si bien fue un artífice local el que recibió la influencia del arte luso. Mingorance Ruiz documenta la presencia en Jerez en 1525 del carpintero portugués Juan Hernández, pero atribuirle a él esta obra resulta bastante aventurado, pues carecemos de datos sobre su trabajo(7).

Antes de concluir con el convento del Espíritu Santo hay que señalar que las Madres Dominicas abandonaron el cenobio en 2006 y que el que escribe estas letras accedió al mismo en el verano de 2011, cuando la Orden había hecho desaparecer todo vestigio de arte mueble. Con posterioridad, el cenobio ha sufrido varios saqueos (jamás denunciados), si bien me consta que las vigas y azulejos descritos no han desaparecido en uno de los sucesos más vergonzosos que ha padecido el patrimonio histórico de Jerez en los últimos años.

NOTAS

1. MESA XINETE, Francisco de: Historia Sagrada y Política de la muy leal ciudad de Tarteso, Turdeto, Asta Regia, Asido Cesariana, Asidonia, Gera, Xera, Sidonia, hoy Xerez de la Frontera. Jerez. Imprenta de Melchor García. 1888. Tomo II, pp. 368 y ss. Este autor, riguroso como pocos historiadores jerezanos, alcanza a documentar la existencia del monasterio en 1431.

2. ARCHIVO HISTÓRICO DIOCESANO DE JEREZ DE LA FRONTERA (AHDJF). Fondo Hispalense. Jerez de la Frontera. San Dionisio. Caja 160. Documento 160. Testamento de Elvira Martínez Maldonado, la Astera. En una de las mandas se dice lo siguiente: "e mando al monasterio de las monjas del espiritu santo desta çibdad para ayuda a cantar una capellania perpetuamente tres cavallerias e veynte arançadas de tierra para pan que yo he en ducha termino desta çibdad".

3. AHDJF. Fondo Colegial. Sección II, caja 20, documento 35/1. Testamento de Francisco Fernández, canónigo de la Colegiata de San Salvador, otorgado el 2 de octubre de 1431 ante el escribano Nuño Díaz de Vera. Citado por JIMÉNEZ LÓPEZ DE EGUILETA, Javier y ROMERO BEJARANO, Manuel: p Los Claustros de Santo Domingo de Jerez de la Frontera. Historia y Arte. Jerez. Remedios 9. 2013. p. 44. En su testamento, el canónigo manda entregar cierta cantidad "para las obras de los monesterios de santo domingo de los frayles e santo domingo de las duennas monjas desta dicha çibdad". Hay que señalar que el monasterio en otro tiempo sólo recibía por profesas a doncellas nobles, de ahí que fuese conocido como monasterio de las Dueñas. Como se puede comprobar, en el texto se hace referencia a obras, pero no se dice cuáles eran las mismas.

4. La más completa historia artística del convento que hasta ahora se ha publicado puede encontrarse en MARTÍNEZ MONTIEL, Luis et alii: Clausuras. Conventos y monasterios en Cádiz. Cádiz. Diputación Provincial. 1998. pp. 91 y ss.

5. ROMERO MEDINA, Raúl y ROMERO BEJARANO, Manuel: "Un lugar llamado Jerez. El maestro Alonso Rodríguez y sus vínculos familiares y profesionales en el contexto de la arquitectura del tardogótico en Jerez de la Frontera", en JIMÉNEZ MARTÍN, Alfonso (ed.): La Catedral después de Carlín. Actas de la XVII Aula Hernán Ruiz. Sevilla. Taller Dereçeo. 2010. p. 268. El primer día de octubre de 1484 llegaba al cabildo la noticia de "que las monjas de monesterio de espiritu santo avian presentado al dicho cabildo una petiçion pidiendo limosna para la obra del monesterio que esta derrocado e se labrase" (ARCHIVO MUNICIPAL DE JEREZ DE LA FRONTERA. Actas Capitulares. 1484. Fol. 45 vto. 1 de octubre). La Ciudad acordó contribuir con tres mil maravedíes para la obra.

6. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Rosalía, el alii: Carta arqueológica Municipal. Jerez 1: el núcleo urbano. Sevilla. Junta de Andalucía. 2008. p. 48.

7. MINGORANCE RUIZ, José Antonio: La colonia extranjera en Jerez a finales de la Edad Media. Jerez. Peripecias Libros. 2014. p. 290. El carpintero portugués Juan Hernández, vecino de la collación de San Dionisio, da por libre al zapatero Alberto Sánchez de todo el dinero que le debía por diferentes cuentas que entre ellos había habido.

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