Cultura

Odyssey y España mantienen posiciones enfrentadas sobre el origen del tesoro

  • La empresa estadounidense asegura que el Gobierno español no tiene “pruebas definitivas” sobre la identidad del barco del que procede el tesoro.

La empresa estadounidense Odyssey y el Gobierno de España mantienen sus posiciones enfrentadas sobre la identidad del barco del que procede el tesoro encontrado hace un año y la última palabra será del juez encargado del caso.

Odyssey criticó las "conclusiones precipitadas" a las que ha llegado el Gobierno español sin tener "pruebas definitivas" acerca de la identidad del barco del que proceden las monedas de oro y plata valoradas en 500 millones de dólares (casi 324 millones de euros).

La empresa cazatesoros difundió un comunicado de respuesta a la conferencia de prensa del jueves en Madrid del abogado que representa a España en el caso, el estadounidense James Goold, y de representantes del Ministerio de Cultura.

La empresa norteamericana mostró su sorpresa por las conclusiones a las que ha llegado España y estima que "no hay pruebas suficientes" para afirmar que el tesoro procede de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes. "Lo que hemos encontrado hasta el momento es aparentemente la carga de un naufragio y no los restos del navío", afirma el comunicado de Odyssey.

"Es también sorprendente que el Reino de España haya llegado a la conclusión (sin ninguna duda) de que el tesoro del Cisne negro es del Mercedes, después de ver las fotos y vídeos que no muestran ni el casco, ni restos del buque y en los que sólo se ven ejemplos insignificantes de las monedas del lugar", señala el comunicado.

"Creemos -prosigue el texto- que el proceso científico, la integridad arqueológica y el rigor histórico no se han respetado con conclusiones precipitadas y confirmando la identidad sin pruebas decisivas".

En la rueda de prensa celebrada el jueves en Madrid el abogado James Goold afirmó que, "con total certidumbre", el navío encontrado por Odyssey es la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, perteneciente a la Armada Española, y que se hundió en octubre de 1804. Goold señaló que con la identificación de La Mercedes, la fragata está protegida por el principio de la inmunidad soberana, que se aplica a todos los navíos, estén en aguas internacionales o nacionales.

Por lo tanto, la posición legal de Goold es que el tesoro pertenece en su totalidad al Estado español, según la documentación entregada el jueves al juez encargado del caso, Mark A. Pizzo, del Tribunal Federal de Tampa (Florida). Dado que el Gobierno español sostiene que el tesoro procede de un barco militar todo lo encontrado pertenece a España y Goold indicó que no cabe el reparto del tesoro.

Odyssey reiteró su disposición a colaborar con las autoridades, pero insistió en que, aunque el tesoro proceda de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes mantiene su posición legal de propiedad de los objetos encontrados. La empresa estadounidense recordó, no obstante, que corresponde al juez Pizzo determinar a quién pertenece el tesoro. Aparentemente, el juez dispone ya de toda la documentación de ambas partes y queda en sus manos tomar una decisión que se espera en las próximas semanas.

Uno de los asuntos determinantes es la posición de Odyssey de admitir la hipótesis de que el tesoro puede proceder de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, pero insiste en que, al no existir restos del navío, la carga puede ser de otro buque.

El Gobierno español considera absurdo ese planteamiento, igual que la hipótesis de que la carga de monedas y objetos de valor fuese tirada por la borda. Para el Gobierno español el tesoro procede sin ninguna duda de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes que se hundió en octubre de 1804, tras un combate naval de una escuadrilla española con una flota inglesa frente a la costa portuguesa del Algarve.

La próxima semana se cumplirá un año del anuncio que hizo Odyssey del hallazgo de un tesoro de 500.000 monedas de plata (17 toneladas) y otros objetos en aguas internacionales procedentes de un naufragio codificado con el nombre Cisne negro.

Poco después del hallazgo, el Gobierno español presentó en un tribunal de Tampa, ciudad donde se encuentra la sede de Odyssey, una demanda contra esta empresa para defender la propiedad del tesoro.

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