Buen espectáculo en la última tarde de toros de la Feria de San Lucas y, a la vez, fecha tradicional del fin de temporada, en la que el público ha disfrutado con el buen hacer de El Juli y Talavante y a la vez se ha encontrado con un palco que ha impedido que El Juli acompañe por la puerta grande del coso de La Alameda a Fandi y Talavante, al denegarle la segunda oreja del segundo de su lote y cuarto de la suelta, trofeo pedido con fuerza por el público jiennense.

Con su desrazado primero El Juli solamente pudo mostrar su oficio, seguridad en la cara del toro y profesionalidad, pero en el cuarto , se vio a un torero muy firme, dueño de su terreno e inventándose una faena a costa de ganas y conocimiento de un toro que guardaba muy poco dentro. La estocada, sin puntilla, ya de por sí valía lo suyo pero el palco solamente asomó un pañuelo.

El Fandi muy a más en su primero, con un toreo muy variado en todos los tercios, le cortó las dos orejas. Sin embargo en su segundo su tarea fue a menos, con un toro que limitó su recorrido y al que mató feamente.

El clímax de la tarde lo protagonizó Talavante, iniciando con estatuarios de escalofrío una faena de espléndidos naturales que remató con un arrimón. Fueron dos orejas cortadas muy a ley. Pese a mantenerse en muy buen tono con el sexto, no pudo redondear aunque pudo cuajar, sin eslabonar, buenos momentos con la franela con un toro bajo de raza.