Cultura

Rodar cuando todo está en contra

  • La primera edición del WebSurFestival, dedicado a las series producidas para difundirse en internet y abierto a toda la producción nacional, comienza hoy en el Teatro Central de Sevilla

Antes de que Malviviendo se convirtiera en la gran serie callejera y fumeta en internet de su generación, David Sáinz y sus compañeros de la productora Different pasaron, como suele decirse, y cómo él mismo recuerda, "muchas fatigas". Todos simultanearon el rodaje con empleos infames en empresas de trabajo temporal, vivían juntos, en plan comuna, y el presupuesto del primer capítulo ascendió a la ya famosa cantidad de 40 euros. "En fin", dice Sáinz, canario afincado en Sevilla desde hace años, "que fue bastante duro al principio, pero nos mantuvimos firmes y al final nos hicimos un nombre. Supongo que también fuimos intuitivos y llegamos en el momento adecuado".

Y antes también de que Niña Repelente -la ácida y gamberra serie de animación, también de producción sevillana- empezara a contar por millones las visitas desde todo el mundo en su canal de Youtube, y de que llegara el acuerdo con Tuenti primero y después con Movistar como patrocinador exclusivo, el modelo que conocían José Antonio Pérez y sus dos socios -el de los "pioneros" de Cálico Electrónico- era, visto hoy, casi la Prehistoria de Internet: se hacía un episodio y se mandaba por correo electrónico a amigos y conocidos, puesto que las ahora insoslayables plataformas de visionado on-line ni siquiera existían todavía.

Así que los dos, Sáinz y Pérez (que por cierto trabajan ahora en un proyecto conjunto, la serie animada Comaland), algo saben de "crear formatos sin recursos, aprovechando lo poco que hay a pesar de que todo lo demás esté en contra", como dice el primero, o como dice el segundo, más sintético, de las "webseries de guerrilla". En muchos sentidos, los dos juegan ya, desde hace tiempo, en otra liga. Sáinz protagonizó hace un par de años una gesta muy inusual: su Obra 67, un thriller adobado con humor negro-negrísimo, hecho con 2.000 euros y concebido para su exhibición -en principio- únicamente digital bajo la cobertura del proyecto #LittleSecretFilm, llamó la atención de las distribuidoras del antiguo régimen, que le abrieron las puertas de algunos cines y de la televisión; y junto con sus cómplices habituales de Malviviendo prepara ya la primera película del grupo producida tradicionalmente, un thriller con elementos cómicos en un escenario apocalíptico que se empezará a rodar el próximo año con el apoyo de La Zanfoña y Atípica Films. Y es ahí, en realidad, donde siempre quisieron llegar, "el techo buscado desde el principio". "Empezamos en internet, por nuestra cuenta, porque en ese momento no había posibilidad de hacer la serie de otro modo. Pero siempre fuimos conscientes de que hacer cosas para internet entraña el riesgo de entrar en un bucle de precariedad. Con la guasita del primer episodio de Malviviendo por 40 euros, muchas cadenas han pretendido que les hiciéramos cosas por 20 pavos. Y no. Nunca hemos aceptado eso, porque con qué cara le dices al actor que no le pagas aunque estés saliendo en la tele".

La trayectoria de Pérez ha tenido acaso un acento más empresarial, y tras centrarse en rentabilizar el espectacular éxito de su Niña Repelente negociando con otras compañías y creando una línea propia de productos de merchandising, ahora anda oteando en la volátil inmensidad de internet cuál será la siguiente ola provechosa. Él está convencido de que pasa por "romper las barreras de la ficción" y por la "interacción". "Estamos buscando otras formas de crear productos. Ahora hay otras formas de entretenimiento. Yo tengo un canal en Youtube dedicado a tutoriales y a enseñar a dibujar, que está yendo muy bien, sobre todo en Suramérica. Y por otro lado, la existencia de personajes como El Rubius demuestra que ahora la gente no quiere tanto historias de ficción como ser fan de una persona concreta e interactuar con ella. Todo pasa por la identificación. Por eso la Niña Repelente no ha muerto, ni mucho menos, pero vamos a jugar con ella de otra manera; de ahí el blog personal de Margarita [el personaje central de la serie]que le abrimos el año pasado. Pienso que ese espacio, más cerca de la realidad que de la ficción, es interesante para las futuras webseries", dice Pérez.

De todo esto, de sus ilustrativas trayectorias y de las opciones que ofrece internet como nueva plataforma creativa y como puerta de entrada a los canales de la producción audiovisual profesional de toda la vida, hablarán los dos mañana, en sendas clases magistrales, en la primera edición del WebSurFestival, una iniciativa que cuenta con el respaldo institucional de la Junta de Andalucía. Niko Gómez (creador de la serie Cálico Electrónico), Sonia Méndez (actriz, directora y guionista, autora de Angélica y Roberta) y Rubén Ontiveros (guionista de Vaya semanita y autor de Qué vida más triste) completan junto a Sáinz y Pérez el jurado de este festival que se desarrollará desde hoy hasta el sábado en el Teatro Central.

Hasta 15 trabajos, seleccionados por los mencionados miembros del jurado, se presentan dentro de la Sección Oficial, mientras que otros cinco concursarán dentro de la categoría Pilotos, para series en construcción, y cuyo ganador obtendrá 1.500 euros para la realización del proyecto. Los premios para las trabajos ganadores serán de 500 euros, en las categorías de webserie de ficción, de animación, y otra que premiará específicamente a alguna obra de producción andaluza, pues el certamen recoge también trabajos del resto del país.

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