Cultura

Roman Polanski, bajo arresto domiciliario en su chalet suizo

  • Se ha comprometido a no abandonar su residencia mientras llega la extradición

El director de cine francopolaco Roman Polanski fue liberado este viernes bajo fianza y ahora permanece bajo arresto domiciliario, según informaron las autoridades, que señalaron que permanecerá en su chalet en la localidad turística de Gstaad.

"Roman Polanski ha sido liberado bajo custodia, en espera de la extradición, y transferido a Gstaad, donde se encuentra bajo arresto domiciliario en su chalet. Polanski se ha comprometido a no dejar su casa ni propiedad en ningún momento", informó el Gobierno suizo a través de un comunicado.

Polanski fue liberado de prisión tras pagar una fianza de 4,5 millones de dólares y bajo la condición de usar una pulsera electrónica de vigilancia, de entregar sus documentos de identificación y de viaje, y de no abandonar la residencia.

El cineasta de 76 años, que tiene ciudadanía francesa y polaca, fue arrestado por petición de Estados Unidos cuando viajó a Suiza el 26 de septiembre para recibir un premio en un festival de cine y fue acusado en primera instancia de seis cargos, incluidos el de violación.

Polanski se declaró culpable de haber mantenido relaciones sexuales con una menor, pero huyó de Estados Unidos en la víspera de su sentencia en 1978, porque creyó que el juez rechazaría su alegato y lo condenaría a 50 años de cárcel. El Departamento de Justicia de Suiza tomará una decisión acerca de la posible extradición de Polanski dentro de unas semanas, pero el director podría apelar, lo que prolongaría el caso durante meses.

En Gstaad, sólo esperan que el revuelo pase pronto. Desde hace días, decenas de periodistas y equipos de televisión ocupan no sólo los alrededores de la casa de Polanski, sino también las calles de la localidad y vuelven a hacer una y otra vez las mismas preguntas. El ambiente en el pueblo no es malo, comentó el alcalde Aldo Kropf. "Pero estaremos felices cuando podamos volver a movernos libremente".

A partir de ahora, pueden pasar semanas hasta que se decida sobre la extradición del cineasta a Estados Unidos. Su esposa, Emmanuelle Seignier, y su familia ya lo esperaban en su chalet cuando el detenido llegó ayer en limusina.

En Gstaad, en realidad un lugar discreto, donde famosos como Roger Moore o Liz Taylor pueden vivir sin ser molestados, ahora se espera que los periodistas vuelvan a retirarse. Si en los últimos días los vecinos aún se ocupaban con esmero de la gente de la prensa, que esperaba con frío, ahora ya sienten la visita como una carga.

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