Cultura

Suiza sigue la estela de la palabra, el dibujo y la música de García Lorca

  • La fundación Jan Michalski abarca en una exposición la dimensión escénica del poeta granadino

Para capturar el genio de Federico García Lorca, la fundación suiza Jan Michalski abarca en una exposición la dimensión escénica del poeta granadino y descubre al público suizo su sensibilidad cinematográfica, plástica y musical, facetas menos conocidas del maestro de la lengua española.

Situada en Montricher, a los pies del macizo del Jura, la institución filantrópica ofrece hasta el 24 de septiembre un paseo por la dramaturgia lorquiana a través de borradores, carteles, fotos y vídeos, la mayoría donados por la familia del poeta.

La institución ofrece un paseo por la dramaturgia lorquiana a través de carteles, fotos y vídeos

La fundación encargó al director teatral reusense Lluís Pasqual y al artista multidisciplinario barcelonés, Frederic Amat -amigos y expertos en la figura de Lorca-, que ejercieran el papel de comisarios de esta exposición.

Los dos artistas decidieron convertir la exhibición en una especie de teatro, con suelo tapizado de color rojo y paredes azules.

Bajo el nombre de 'Federico García Lorca: en escena' y dividida en siete secciones, la muestra recoge huellas "imprescindibles" de su vida, desde el decorado de sus primeras funciones del guiñol, hasta el manuscrito de la página final de su última obra, 'La Casa de Bernarda Alba'.

Autor de textos tan distintos como 'Los títeres de Cachiporra' y 'El público', "Lorca tenía una capacidad maravillosa de convertir la escena ultralocal en universal", "y de conmover desde la profundidad de la palabra", dijo Amat a Efe por teléfono desde Barcelona. En personajes emblemáticos como doña Rosita, Yerma o Mariana Pineda, el genio granadino "expresa un grito de libertad a través de la mujer. Lorca da voz a la mujer y eso es tremendamente revolucionario", subrayó, por su parte, Lluís Pasqual, quien decidió incluir una sección dedicada a "las mujeres de Lorca y la libertad".

El cartel conmemorativo de la función número cien en Buenos Aires de 'Bodas de sangre', que preside la sala, muestra como, pese a su corta vida, el poeta conoció un éxito apabullante con su teatro, que aún es representado por todo el mundo.

Por otro lado, las imágenes en movimiento que se muestran son un tesoro único, que, no obstante, recuerda al espectador que no se conserva prueba alguna de la voz del autor, que era, aunque este hecho sea menos conocido, un dotado músico y pianista y coleccionista de canciones populares perdidas. Queda a la disposición de quienes quieran, poner en marcha un tocadiscos para escuchar las pulsaciones de los dedos del poeta al piano acompañando a Encarnación López Júlvez, conocida artísticamente como "La Argentinita". Además de la faceta musical al patrimonio poético y dramático inmenso que dejó Lorca, la muestra pone en valor otras dos dimensiones "olvidadas": la del cinéfilo y la del dibujante.

El mismo año en que escribió 'El público', en 1929, Lorca creó el guion de su único filme 'Viaje a la luna', llevada a la gran pantalla por Amat, quien cedió a la fundación los derechos de la película, que se puede disfrutar enteramente en la muestra. Además, encontramos por toda la sala los originales de los delicados dibujos de Lorca, elogiados por el gran pintor Joan Miró como "los dibujos de un poeta".

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