Cultura

Tiempo de flamenco para Carmela

  • La fotógrafa jerezana Carmela Asenjo expone en el CAF una colección de retratos de artistas de todas las edades · Una muestra en blanco y negro protagonizada por miradas del pasado y el futuro.

Es tiempo de flamenco. Y aunque siempre lo fue, desde el cante más jondo de los mayores, hasta la innovación de los que llegan, es hora de no olvidar las 'fatiguitas' que este arte ha pasado. Lo saben Carmela Asenjo y el objetivo de su cámara, que han sabido secuestrar, a través de un 'estudiado' plan, las miradas de los tiempos en los ojos y perfiles de nombres que la historia del cante, toque y baile ha grabado en letras de oro. Se puede comprobar en el Centro Andaluz de Flamenco (CAF), que acoge desde ayer una exposición de esta fotógrafa jerezana, su primera individual en la ciudad, pero no la última.

"Siempre me ha gustado el flamenco y Carlos González Pantoja, creador del grupo 'Soniquete', se puso en contacto conmigo para retratar a los niños. Con ellos he ido a muchos sitios. Son maravillosos", relata Carmela, para explicar el origen de esta muestra. Está encantada con el retrato en blanco y negro y sus primeros planos, que guardan la uniformidad de la intensidad en los rostros.

Navajita Plateá, Curro y Pelé; Moraíto, su hijo Diego, y José Mercé, Paco Cepero, Jesús Méndez, Macanita, Manuel de la Chochete, Manuela Fernández, Maloko, Tía Juana del Pipa, Ezequiel Benítez, Enrique 'el Zambo', Mateo Soleá, Tomasito, su madre, Bastiana, Diego Carrasco, Niño Jero... Todos se han prestado "de una forma genial, me han abierto las puertas de sus casas", subraya Asenjo. Han posado con total naturalidad a través de conversaciones de las que surgían risas, gestos y sobre todo, miradas. "Me encanta destacar los ojos y la boca, que expresa casi más que los ojos. Elegir las fotos de cada uno ha sido lo más complicado y es que esta exposición es el fruto de dos años de trabajo". "Pretendo -añade- continuar esta colección. De hecho, ya he quedado con algunos artistas para retratarlos. Y he llamado a la exposición 'Tiempo de flamenco' porque creo que en Jerez no valoramos lo suficiente lo que tenemos. Aquí podemos salir adelante con el flamenco que tenemos si de verdad se fomentara. Los grandes son grandes, pero cada uno de los niños que están aquí retratados son una mina..., y son guapísimos (ríe)".

El objetivo de tantas miradas es que los propios artistas "se reconozcan en sus retratos", y que al público, al espectador, "le diga algo del alma de cada una de las personas que expongo aquí". Carmela Asenjo ha sido una enamorada de la fotografía toda la vida, pero desde hace unos cinco años se centró en la fotografía urbana y el retrato, que todavía tiene pendiente ver en color, porque por ahora es el blanco y negro el protagonista. ¿Y cuál es el reto ahora? "No lo sé. No quiero abandonar el retrato", suspira.

Así que, pasen y vean. Sigue habiendo tiempo para el flamenco. Quedan ratos para disfrutarlo aunque sean inmortalizados, enmarcados, en dos colores, pero con la fuerza de miles de contrastes. Es la gama del arte.

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