La velada de ayer tenía nombre de mujer. Y por partida doble. Vanessa Montfort, barcelonesa del 75 afincada en Madrid, se hizo con el XLII Premio de Novela Ateneo de Sevilla por Mitología de Nueva York, mientras María Zaragoza ganó el XV Ateneo Joven por Dicen que estás muerta.

No es la primera vez que Montfort, que dedicó el premio a su madre -"la primera persona que puso un bolígrafo en mis manos"- es distinguida por el jurado del Ateneo. Hace cuatro años recibió el premio en su modalidad juvenil (en la edición que ganó Eugenia Rico) "y era mucha suerte ganarlo otra vez, aunque al final fue una auténtica tentación". "Soy de Barcelona, pero mi corazón ya está en Sevilla porque el premio me abrió muchas puertas", declara la ganadora del galardón que patrocina el Ámbito Cultural del Corte Inglés, publica el sello Algaida y que está dotado con 36.000 euros.

Puertas que, en su faceta como novelista, ha querido abrir "tomándome mi tiempo". Cuatro años de trabajo, compaginados con la escritura de dos obras de teatro, han dado de sí esta Mitología de Nueva York, obra que presentó bajo el seudónimo de Benedict Abbot y de la que Eduardo Jordá, miembro del jurado, destacó ayer en el Alcázar "su trama entretenida y que está muy bien escrita".

"Es un thriller, de ritmo vertiginosos, que mezcla la novela de suspense con la literatura fantástica. Planteo -explica la autora- una historia que explora los límites entre la realidad y ficción", cuyo punto de partida en la trama es también Mitología de Nueva York, "una novela de asesinatos que comienza a hacerse realidad".

De padre neoyorquino y madre madrileña, Montfort comparte esa sensación de irrealidad que provoca en el visitante la primera mirada (y todas las demás) a la Gran Manzana. La novela surge del comentario que escuchó una vez en Manhattan: Nueva York es un estado mental porque lo que tienen en común las personas que han estado allí es la ficción que les une. "No se tiene muy claro si lo que hay ante ti es una ciudad o un escenario".

Laura, la protagonista, una pintora sin éxito llegada desde algún lugar de Europa, "llega a un paisaje casi mitológico". En su camino se cruzará Daniel Rogers, un ex ludópata y confidente del comisario Ronald, infiltrado como señuelo en el mundo de las apuestas para investigar los crímenes de una banda. Rogers, explica Montfort, encabeza "un corpus de personajes, antihéroes, cuyos defectos son también virtudes".

En esta novela, que rescata el estilo del clásico cine negro, la autora transporta al lector a un universo donde cada calle es el escenario de una película de cualquier época, aún habitado por personajes inolvidables: Andy Warhol, Basquiat o Los Vengadores de la Marvel, encarnados aquí en el grupo de confidentes, relata Montfort. De hecho, su intención es, cuando la novela se publique (el sello Algaida es el encargado de la edición de las novelas ganadoras), incluir una especie de "guía alternativa" con un índice de unas 40 películas que aparecen a modo de "gazapos" en el libro: desde las de Spike Lee al cine de los 40 y 50 y, por supuesto, "todas las de Woody Allen".

Referentes estos que dan como resultado una novela trufada de elementos de la cultura popular -los cómics, el metro, los grandes almacenes, los ambientes subterráneos....- donde el humor ocupa un lugar predominante. "En el teatro hago comedia así que estaba claro que era un aspecto que iba a tener peso en la novela. Daniel Rogers tiene un estilo irónico y deslenguado. He disfrutado muchísimo con este personaje y va a ser duro despedirme", reconoce.

Una mujer premiada que se mueve entre pasiones masculinas: el thriller y los superhéroes de la Marvel. ¿Sorprende? "Era algo que tenía que pasar. Lo más bonito que está ocurriendo ahora es que no se pone en tela de juicio que la mujer se adentre en este tipo de género. Siempre digo que tratar de diferenciar si un texto está escrito por un hombre o por una mujer es tan absurdo como tratar de averiguar si unos puntos de sutura están hechos por un cirujano o por una cirujana", sentencia.

Algo parecido ronda la cabeza de María Zaragoza (Madrid, 1982), galardonada anoche con el Ateneo Joven, con una dotación de 12.000 euros, por Dicen que estás muerta. Zaragoza define su obra como una "novela tramposa". En el género negro hay unas "premisas": "el asesino, el detective, el policía al que le ha ido mal la vida y la investigación... Pero, en realidad, esta novela no es así. Sí hay una muerta, que es una muchacha que aparece en un calle con un cuchillo de un restaurante chino clavado en el pecho, pero está planteada como burla de los tópicos de la novela negra". La clave aquí es averiguar quién es Luján Menéndez, la muerta. "Es -define - un laberinto de personas y de calles de Madrid, que son también las que dan nombra a los capítulos".