Cine

Viggo Mortensen seduce a la Mostra con 'The Road'

  • El actor ha presentado en el Festival de Venecia su nueva película, una historia apocalíptica.

El actor estadounidense Viggo Mortensen sedujo este jueves a Venecia no sólo por su estupenda interpretación en The Road, sino por su simpatía y naturalidad, con una camiseta a favor del arte y una bolsa con el escudo de su equipo de fútbol, el argentino San Lorenzo de Almagro.

Mortensen acudió hoy a la Mostra de Venecia para defender la película The Road, del director John Hillcoat, una dura historia apocalíptica en la que destaca la fotografía del español Javier Aguirresarobe, la música de Nick Cave y las interpretaciones de la pareja protagonista.

Un padre -Mortensen- y un hijo -Kodi Smit-McPhee- que huyen a la desesperada en un mundo arrasado y vacío de humanidad.

Un joven compañero de reparto

Y si la interpretación de ambos fue aplaudida en el primer pase del Festival de Cine en Venecia, no menos lo fue su participación en la rueda de prensa de presentación del filme, en la que ambos se mostraron relajados, satisfechos y cómplices.

Porque si algo quedó claro es que Smit-McPhee, australiano de apenas 13 años, es tan maduro como su personaje en la película, algo que ha corroborado Mortensen, muy atento en todo momento para que su compañero de rodaje se sintiera cómodo ante la prensa.

"Hace cosas que van más allá de su edad. Es muy rápido, muy abierto de mente y muy experimentado", señaló Mortensen, que destacó las difíciles condiciones en las que se realizó el rodaje y la resistencia de Smit-McPhee.

Esa relación y complicidad que se creó entre los dos fue la clave para el desarrollo de un proyecto tan complejo y difícil de llevar a cabo, según reconocieron tanto Mortensen como el realizador de la cinta.

Sobre los problemas del rodaje, el joven recordó que al leer el guión pensó que la escena que sería más divertida era una que se desarrolla bajo una cascada.

"Creía que era la mejor parte. Pero tuvimos que meternos en el agua a un montón de grados bajo cero. Estaba congelado", afirmó Smit-McPhee entre las risas del resto del equipo de la película.

"Teníamos un jacuzzi portátil en el set y estaba dentro cuando el director me dijo: '¿por qué no lo hacemos otra vez?", relató el joven, a lo que Mortensen añadió que tardaron mucho en convencerle de rodar de nuevo.

Una escena más dentro de un rodaje complicado que se realizó en escenarios naturales de Estados Unidos: en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina y antes de la limpieza, en la montaña St. Helens (Washington), en Pennsylvania y en Pittsburgh.

Muchas localizaciones para una historia sobre "cómo comportarse cuando no hay nada", sobre "la relación entre dos personas", sobre el temor de un padre por la vida de su hijo y sobre "cómo el chico se convierte en el hombre y en el profesor", explicó Mortensen.

Una historia "difícil de ver y difícil de contar" a la que no pudo decir que no cuando le ofrecieron participar a pesar de estar en un momento en el que no sabía si quería hacer otra película.

El reparto -con nombres como Charlize Theron, Robert Duvall y Guy Pierce- fue "un extra" que le hizo reafirmar su decisión de hacer la película.

Recién llegado del aeropuerto y en su primera asistencia a Venecia, Mortensen apareció ante la prensa luciendo una camiseta que decía: "Make art, not war" ("Haz arte, no la guerra") y un bolso de lana con el escudo del San Lorenzo de Almagro.

Habló en inglés y español, respondió a una pregunta en noruego y se metió a todo el mundo en el bolsillo con su simpatía.

Y antes de irse tuvo tiempo de alabar la "preciosa" fotografía de Aguirresarobe y la facilidad de Smit-McPhee de repetir frases y palabras en cualquier idioma, incluso en porteño, algo que revolucionaba cada día de rodaje al director de fotografía español.

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