Cultura

El Villamarta vibra con Vanesa Martín

  • La artista viste de largo en Jerez a su último disco, 'Cuestión de piel', ante un entregado público

 "Aquí estoy de nuevo, nos reímos al mirarnos quietos al pedirte que te vayas, sabes que en el fondo quiero que te sientes a mi lado y me sorprendan tus maneras". Fueron las palabras con las que Vanesa Martín abrió su recital el pasado sábado en el Teatro Villamarta. Una frase recogida de 'Sintiéndonos', canción perteneciente a 'Cuestión de piel', el último disco que la malagueña trajo a Jerez "para vestir de largo". Los versos con los que la malagueña encaró un coliseo jerezano que bien pudo colgar el cartel de lleno eran una muestra de lo que estaba por llegar. Dos horas en las que Martín y sus seis hombres sobre el escenario mostraron a los asistentes la magia de una música donde predominan los sentimientos, esos a los que le cantó la cantautora en su segunda cita en la ciudad que de alguna forma la vio nacer musicalmente.

Una emocionada y animada Vanesa Martín se dirigió a su público tras interpretar la canción que le da título a su último disco, 'La piel'. "Qué ganas tenía de volver a veros", dijo. Y el público respondió, como no podía ser de otra forma, entre aplausos, olés y piropos para la artista. La magnífica sencillez que se desprende de los sentimientos a los que le canta la malagueña en sus tres discos, se hizo palpable y tangible en el Villamarta. Un escenario sin adornos con un equipo de luces bastante efectivo, seis músicos uniformados de camisa blanca y corbata negra que tuvieron su momento en algún que otro solo instrumental -magistral violín- y Martín con un sobrio conjunto negro que no dejaba a los asistentes desvincularse de lo que verdaderamente importaba: la historia inmersa en cada historia de las alrededor de veinte canciones que compusieron el repertorio de la cantautora.

Una muestra del tirón de la malagueña con su público es que éste no dudó en seguir cada línea de su último disco, que salió hace poco más de dos meses. Solo una breve introducción de cada canción y sus fans ya se preparaban para corear cada nota con la artista. Así repasó en una primera parte del concierto piezas propias como 'Puedo llamarte', 'No te puedo retener', 'Ropa desordenada' o 'Si pasa o no'. Parando en cada canción para contar, sin tapujos, cómo había surgido la mayoría de sus canciones. El público y la artista llegaron a un nivel de complicidad que incluso hubo gente que empezó a quejarse de problemas en el sonido con la voz de la artista, que estaba mal regulado. Dicho y hecho, el problema estuvo resuelto.

Uno de los bloques más emocionantes de la noche vino de mano de la sección más desnuda del concierto. La 'juridiana' (en referencia a la influencia de Rocío Jurado en su composición) 'Arráncame' fue interpretada en compañía de un violín ante la emocionada mirada de su público. Lágrimas de enternecimiento ante el desgarro de la artista sobre el escenario que dio paso a uno de los momentos estelares de la noche: 'Durmiendo sola', a piano y voz. Una de las joyas del repertorio de la artista que habla sin tapujos de una tormentosa separación. En la misma sección cantó, acompañada nuevamente del público, su canción más conocida, 'Aún no te has ido', que tuvo que cantar sin una guitarra que había fallado en la pieza anterior, 'Borracha de amor'. "Esta no quiere cantar hoy", dijo quitándole importancia al asunto del instrumento, y siguió hacia delante solo con micro en mano.

La noche iba llegando al final, y el público no quería dejarla marchar. Vanesa Martín, como en casa, cada vez daba más la sensación de estar en un café con unos amigos a los que le contaba su día a día. Con simpatía incluso se inventó una historia de cómo sería una película americana llevada a la realidad. Un continuo feedback que llegó a su culmen en el momento de los bises.

"Esto es una locura", explicó Martín mientras se sentaba, ante la sorpresa del público, en la banqueta del piano para interpretar 'Ey', uno de los pilares de 'Cuestión de piel'. El concierto atravesaba su recta final, y ya era la propia artista quien aplaudía a un público que la estaba haciendo sentir como en un sueño. Llegó el momento donde los asistentes comenzaron a pedir canciones a viva voz. A punto de arrancarse por una comparsa, la malagueña recapacitó e interpretó un homenaje a Jerez, "a la gran Lola Flores".

 A piano y sin micro interpretó 'Limosna de amores' ante un auditorio completamente en pie que no se atrevía ni a respirar para no perderse ni una nota de la extraordinaria versión que hizo Vanesa Martín de un clásico de esas características, asunto nada fácil y del que salió con matrícula de honor. Y ya en pie y ante el recorrido cántico de "No te vayas todavía, no te vayas por favor", la cantautora se despedía de los asistentes cerrando una noche redonda con 'Trampas' y deseando "volver a vernos pronto, Jerez".

 Y ya sin nada más que cantar, a la artista le costó bajarse del Villamarta entre besos al aire, saludos y muestras de cariño que los asistentes recibieron con la mirada esperanzada de tenerla de nuevo pronto en el coliseo jerezano.

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