La otra mirada

La agonía de dos patrimonios

  • Juan Carlos Toro, en la SalaCal

SURGE un grito, un lamento… adherido a los viejos muros de piedra o tapial se desgarra entre sus cicatrices.  Se cuartea como la piel envejecida. Se desvanece… y, lentamente, se apaga hasta convertirse en un fantasma, en un espíritu …, que recorre el barrio. Que brota de las entrañas de la tierra convocado a un aquelarre, y hace sus apariciones entre callejuelas, casas abandonadas, solares vacíos y fachadas semiderruidas. Vestigios de otros tiempos, de otras sociedades, de otra ciudad. Son los espíritus, las esencias de dos grandes patrimonios que Juan Carlos Toro pretenden convocar en este magnífico proyecto que no merece otro calificativo que el de arte con mayúsculas.

Porque una escultura, una pintura, una fotografía pueden ser bellas, pero sólo el concepto al que sirven les otorga la categoría de arte. Y en este proyecto, la estética, la indudable profesionalidad técnica de Juan Carlos Toro, fotógrafo de este Diario, se pone al servicio de un soberbio concepto, la agonía de dos patrimonios.

Retratos, entre otros, de Moneo, El Torta, Diego Carrasco, La Macanita…, captados por el autor,  constituyen el elemento formal que pretende dar vida al proyecto. La idea consiste en materializar estos retratos en papel y dimensiones de entre 4 y 5 metros, y adherirlos en distintos lugares del casco antiguo de nuestra ciudad, con motivo del Festival de Flamenco del próximo año.

Sin duda, una visión absolutamente diferenciada de todas cuantas hemos podido contemplar del flamenco en nuestra ciudad. Sin duda, un proyecto genial de un fotógrafo que ya nos viene acostumbrando a su capacidad de soñar y de materializar sus sueños. Seguro que aún permanece en la retina de muchos su anterior trabajo ‘Caleidos-Cádiz’.

Pues con esos ingredientes, Juan Carlos, cierra el círculo, cuadra el concepto, le pone el broche, y lo enmarca sobre los viejos muros de una ciudad en decadencia, de un solar baldío, de un patrimonio de nuestra  cultura que pide a gritos su puesta en valor, su rehabilitación, la recuperación de esos valores culturales. Un patrimonio que, como el flamenco grita… Emite un lamento, un quejío que desgarra las entrañas, y se desvanece… Como el tiempo desvanecerá estas imágenes hasta convertirlas en espíritus…

No se puede concebir mejor un proyecto fotográfico, no se puede conceptuar mejor un trabajo artístico que, sin duda, se terminará convirtiendo en realidad, porque conozco la capacidad de soñar y la pasión en materializar de Juan Carlos Toro. Pero hasta que eso ocurra pueden contemplar el proyecto hasta el catorce de Diciembre en la Sala Cal de Jerez, en calle Doctor Mercado nº 1, de lunes a viernes en horario de 17,30 a 20,00 horas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios