Flamenco

El ancho y cosmopolita universo de Nono García

  • El guitarrista de Barbate lanza su nueva grabación, 'Al filo de la medianoche'

Round about Midnight es un viejo estándar del jazz que es bien conocido y querido por los aficionados a la música sincopada. Compuesto, entre otros, por el pianista Thelonious Monk, vino a dar título a una excelente película dirigida por Bertrand Tavernier que protagonizó el legendario saxofonista Dexter Gordon. Pues bien, ese es el nombre del tema que, traducido y adaptado de forma conveniente, da título a la nueva grabación que firma Nono García. Han pasado seis años de su Atún y Chocolate (Alía Records, 2002), el disco que marcó un antes y un después en su carrera. Desde aquel hasta este, han ocurrido no pocas cosas en la vida del guitarrista. Hace casi dos años que dejó Madrid para instalarse en Cádiz, completando de esa forma un círculo que le ha llevado, desde su Barbate natal, hasta Granada primero -donde Carlos Cano "le quitó" de estudiar" una carrera de Filosofía Pura que ahora ha retomado-, luego a Bruselas, donde completó un ciclo de diez años, y finalmente a Madrid, ciudad en la que permaneció un tiempo similar y a la que regresará el próximo jueves (Teatro Fernán Gómez, 21 horas) para presentar su nueva grabación dentro del XXV Festival de Jazz de la capital.

Las imágenes que ilustran el nuevo CD de García, obra de Ignacio Fando, no han sido elegidas al azar y sí con mucha intención. En la portada, un inquietante mar nocturno y en la contra, también de noche, la salida de Cádiz por el Puente Carranza. En el interior, una foto del Terminal Bus de la empresa gaditana donde trabajó su padre, y en el cuadernillo, el propio guitarrista tomando uno de esos autobuses. Está, pues, presente la idea del viaje y, como siempre, la mar atlántica, que es su punto de partida y, ahora, de regreso. El periplo vital, con las paradas señaladas, ha determinado musicalmente a un guitarrista que parte del flamenco, pero que se ha asomado sin complejos al jazz, a la música brasileña, a la chanson y a cualquier manifestación de música popular.

Con las experiencias trascendentes y musicales de ese periplo, Nono ha ido persiguiendo la configuración de un lenguaje propio que, a la vez, le sirviera para interpretar con músicos de otra procedencia, con los que comparte la misma versatilidad de la que él hace gala. De esta forma, para su nueva grabación ha contado, entre otros muchos, con el trompetista cubano Jerry Gonzalez, el saxofonista americano Bob Sands, el cantante brasileño Gladston Galliza, la cantante Carmen París, la cantaora Eva Durán y esa nómina de instrumentistas nacionales imprescindibles para un proyecto de estas características: los contrabajistas Javier Colina y Pablo Martín, el batería Guillermo McGill y, por supuesto, los dos colegas gaditanos Chano Domínguez, Tito Alcedo y Luis Balaguer. También son gaditanos casi la totalidad de los acentos de palmas y percusión, pues el disco, grabado en Madrid y Sevilla, se completó y masterizó en Cádiz, donde entraron en acción Javi Katumba, Chipiron, Miguel Chico Cortés, Javi Rubial, Raúl Obregón, David Gavira…

Convencido de que vivimos en un mundo globalizado y de que existe un lenguaje común entre muchas músicas populares, el guitarrista es capaz de pasar por el matiz de determinados estilos flamencos -tangos, tanguillos, rumba o bulerías- músicas llegadas de aquí y allá, una vertiente que ya abordó en Atún y Chocolate y en la que profundiza en su actual grabación. Como extremos quizás de su selección, hay que señalar, por un lado, al mencionado Round about Midnight y al también conocido stándar de Duke Ellington Caravan, y por otro, músicas tan populares como "los Duros Antiguos" o el himno Asturias, Patria Querida.

Casi en una vía intermedia, se situarían el tema El Molino de mi amor, una adaptación debida a Javier Krahe del tema de Michel Legrand The windmills of your mind tomado de la película El caso de Thomas Crown, o el versionado Te recuerdo Amanda de Víctor Jara. También, el recuerdo de Manzanita con Verde que te quiero verde o de la música brasileña con el clásico de Jobim-Moraes Chega de Saudade. Los aires de bossa se extienden a la canción Conil, belleza singular, una de las tres composiciones del propio Nono para la grabación. Todos los temas sirven para el propósito del guitarrista, que los entiende como muestra de "una canción planetaria".

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