Cultura

El temporal también descubre restos arqueológicos de una construcción en el Tómbolo de Trafalgar, en Barbate

  • El paso de la tormenta 'Emma' deja a la vista unas balsas romanas presumiblemente usadas en la antigüedad como piletas de salazón

Las piletas romanas descubiertas en el Tómbolo de Trafalgar.

Las piletas romanas descubiertas en el Tómbolo de Trafalgar. / Antonio Aragón

El paso del temporal por las costas de Trafalgar ha dejado a la vista un nuevo hallazgo arqueológico en el término municipal de Barbate, un recinto de más de 100 metros cuadrados, ubicado en la misma zona en la que se encuentran las conocidas 'piscinae' o balsas romanas de Trafalgar, presumiblemente usadas en la antigüedad como piletas de salazón.

Según ha indicado el Ayuntamiento de Barbate en una nota, los restos descubiertos por el temporal que ha azotado la costa se hallan al mismo nivel del mar, más bajo que las piletas.

Por su parte, el técnico de la Delegación de Cultura, Antonio Aragón, ha emitido un informe tras inspeccionar el hallazgo con el fin de investigar más a fondo este descubrimiento. Del documento, según ha apuntado el Ayuntamiento, se desprende que sus medidas son, aproximadamente, de 15 metros de largo por siete de ancho.

Asimismo, ha indicado que al contrario que las 'piscinae', siempre al aire libre y maltratadas por agentes erosivos y objeto de algunas conductas incívicas, la construcción descubierta aparece mejor conservada, ya que la arena que hasta ahora la ha cubierto ha preservado buena parte de la estructura.

No obstante, lo que ahora se puede ver no parece sino una sección transversal del conjunto, pues quizá se han perdido sillares que elevaban la altura de la construcción, ha indicado el Ayuntamiento, que ha explicado que de los cuatro lados que supuestamente tiene el recinto, solo tres son perceptibles a simple vista.

Uno de ellos, el más llamativo, está compuesto por sillares labrados en piedra arenisca, cuyas dimensiones son aproximadamente de 50 por 50 centímetros. Además, en la zona interior del recinto aparecen restos de tambores de columnas también labradas en arenisca.

Según ha indicado el Ayuntamiento, todos estos restos solo son perceptibles con marea baja, pues con marea alta las olas baten abiertamente el lugar, y es de suponer que las deposiciones de arena que arrastran las mareas volverán a cubrirlo con el tiempo.

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