A veces, nuestros mejores artistas se van sin poder disfrutar de su sabiduría y experiencia, tan necesaria hoy en día al haberse perdido muchas de las vivencias de antaño. Por este motivo, es bueno que una figura tan ilustre como la de Manuel Moreno Jiménez 'Manuel Morao' haya podido plasmar, a través de la pluma del catedrático Juan Manuel Suárez Japón, toda una vida y personal que ahora podremos degustar gracias al libro 'Sinelo calorró. Conversaciones con Manuel Morao', que ha sido editado por Diputación de Cádiz y que ayer fue presentado en los jerezanos Claustros de Santo Domingo. El acto contó con la presencia de ambos, protagonista y escritor, en una cita que congregó a numerosas personalidades del mundo del flamenco, un arte del que el guitarrista jerezano puede hablar con total propiedad, y al que acudió también la alcaldesa, María José García-Pelayo, y el presidente de la Diputación provincial, José Loaíza, así como el encargado de hacer el prólogo de la obra, Manolo Sanlúcar.

Suárez Japón explicó que la elaboración de esta obra nace "primero por mi preocupación por rescatar testimonios", pero "sobre todo porque Manuel me pidió que le ayudara a hacerlo. Quería contarme toda esa información y experiencias que hay en su persona. También su pensamiento sobre el flamenco, del cante gitano andaluz y el papel de los gitanos en esta manifestación de nuestra cultura". A este respecto, el escritor relata que cuando el protagonista le pidió que escribiera sobre él, "me lo justificó con que yo entendía su idioma. Fue entonces cuando entendí que tenía que hacerlo".

El libro en sí, que consta de casi 400 páginas, "no es una biografía al uso", asegura su autor, sino que aborda distintas etapas de la vida del artista. "El libro habla de una persona que va evocando todo lo que ha vivido y al amparo de todo lo vivido da opiniones sobre la realidad de cada momento". Lo más complicado, según el autor es que "en este tipo de obras, al menos cuando hay tanta información, existe el peligro de la dispersión, por eso hemos tenido mucho cuidado con ello y ha ido todo sobre un guión", continúa, que califica a Morao como un "clásico vivo, que en esta obra, contando su vida, cuenta la historia del flamenco".

El título, la expresión en caló 'sinelo calorró', es decir, soy gitano, "es una declaración de principios", confiesa Suárez Japón, "que va más allá de ello, si nos centramos sólo en eso dejaríamos fuera su preocupación por los jóvenes, por ejemplo. Manuel es un gitano muy especial".

A lo largo de estas cientos de páginas, el libro se cimenta en una cronología que parte de sus inicios con la guitarra cuando apenas tenía siete años y discurre por etapas y experiencias con Mairena, Caracol o Antonio el bailarín, hasta desembocar en su etapa empresarial. Una obra que es fruto de una larga elaboración, con numerosos encuentros con el maestro jerezano, sosteniendo con él conversaciones sujetas a un cierto desarrollo cronológico. "Debimos superar algunas pausas, de las cuales ninguna tan profunda como la que se produjo durante el pre y el post del fallecimiento de su sobrino Moraíto, que fue para Morao un golpe muy duro. Pero al fin fuimos avanzando hasta concluirlo y hoy creo poder decir que hemos conseguido un texto en el que Manuel y toda su capacidad de experiencia y de vida se muestran en completa libertad y reafirmándose en las que han sido siempre las claves de su interpretación del mundo flamenco y de sus protagonistas", precisa Suárez.

Un libro con el que el lector llegará hasta el corazón de la palabra en flor de lo que cuenta Manuel Morao. Un título que aporta didácticas notas al pie y anotaciones para no dejar un detalle fuera del tiesto, para crear toda una escenografía real de la vida de Manuel, quien forma parte del paisaje de Jerez, y ahora siempre, de muchas bibliotecas.