Tomás Rubichi. Cantaor

"Aquí no hay cortes ni pinchazos, si no estaríamos engañando a la gente"

  • El jerezano presentará el próximo 30 de octubre en Los Claustros su primer disco 'En el nombre de un barrio', con el que trata de hacerse un hueco en el mundo del cante.

Por sus venas corren linajes cantaores extremos, una razón fundamental para que Tomás Rubichi haya elegido el camino que ha transitado desde chico, el del cante tradicional. Bajo esta premisa se cimenta su primer trabajo discográfico, 'En el nombre de un barrio', basado en "el cante que he vivido" y que presentará el próximo 30 de octubre en los Claustros de Santo Domingo.

-Imagino que nervioso según van pasando las fechas...

-La verdad es que sí, el día 30 está ya ahí y bueno, van entrándome los nervios. Sólo espero que todo salga bien porque en términos generales estoy muy contento por el resultado del disco.

-Porque era la primera vez que pisaba un estudio...

-Sí, me he estrenado, como el que dice (risas). La idea la hablamos en enero así y a finales de mayo, principios de junio comenzamos a grabar. En agosto estaba todo terminado, tenía las ideas claras y también, la verdad sea dicha, lo había machacado todo en casa, por lo que cuando llegamos allí todo se hizo rápido. Lo curioso es que se ha hecho en directo, ahí no hay cortes ni pinchazos, lo que suena en el disco es lo que se ha hecho en la cabina. Eso es algo que he respetado mucho porque soy de los que pienso que un cantaor debe sonar en directo igual que en el disco, si no estás engañando a la gente. He querido que fuese real, natural y no un montaje, pa montaje están las películas de los americanos (risas).

-Háblenos un poco más de 'En el nombre de un barrio'.

-Bueno, el disco contiene ocho temas, soleá, alegrías, fandangos, bulerías, seguiriyas, tarantos, un fin de fiesta y una zambra que he grabado con Antonio Soteldo 'Musiquita'. Me lo presentó Juan Diego y he tenido muy buen 'feeling' con él, en cuanto le planteé la idea la cogió y ha quedado muy bonito. Personalmente es uno de los temas que más me gusta. También hay un fin de fiesta en el que participa mi mujer y mi hijo Bernardo que tiene 9 años y canta mejor que yo (risas).

-O sea que su hijo promete...

-(Risas) Yo creo que sí, sólo tiene nueve años, pero en cuanto tenga siete u ocho años más dará que hablar, porque le gusta mucho el cante y además lo hace muy bien. A mí me ha hecho mucha ilusión que grabara porque es algo que quedará para la historia, él dentro de unos años podrá decir 'he grabado con mi pare' y eso es muy bonito. Además, ha grabado las letras por bulerías de mi abuelo Domingo Rubichi. El niño lleva el cante por los Rubichi y por los Agujetas, porque mi mujer es nieta de Agujetas.

-Usted es de los que le gusta escarbar en la tradición, por ejemplo en los cantes de su abuelo Mingo Rubichi...

-A mí, rebuscar en mi familia. No tuve la suerte de conocer a mi abuelo Domingo, pero ahí está mi madre que cantaba pa rabiar por seguiriyas y me ha contado muchas cosas, por ejemplo de cuando venía Mairena a Jerez y buscaba a mi abuelo, a Agujetas el Viejo.... Él no tuvo la suerte de grabar pero mi familia ha sabido conservar sus cantes. Mairena hace muchos cantes de él, y eso lo saben los que le conocieron.

-Tiene 41 años, ¿por qué ha tardado tanto en dar el paso?

-Por circunstancias de la vida. Yo empecé a cantar con 17 años cuando debuté en la Peña La Bulería en la calle Baro. Estuve varios años haciendo cositas, pero luego poco a poco me fui apartando de ese mundillo hasta hace poco que volví otra vez a cantar.

-¿Qué espera que le aporte este disco?

-Mira, el disco se ha hecho como carta de presentación, para que la gente conozca quién es Tomás Rubichi y sobre todo para que los aficionados y la gente tengan claro que los Rubichi estamos aquí todavía. Luego, si sale trabajito, mucho mejor, eso está claro.

-Pero por eso mismo es consciente de que llevar el nombre de Rubichi le va a suponer dar un plus más...

-Por supuesto. Eso lo sé y lo asumo, sé que voy a tener un peso y una responsabilidad, pero es lo que hay porque además en mi familia, desde que murió mi tío, no ha salido nadie cantando. Mi primo Domingo toca la guitarra y José es percusionista y palmero, pero cantar, cantar no había salido nadie, al menos profesionalmente hablando. Pero vamos, que yo ahora mismo soy un aficionado, estoy aprendiendo, y mi única idea ahora mismo es que la gente me conozca.

-Por los palos que ha enumerado antes que conforman el disco, su idea es seguir defendiendo el cante tradicional de Jerez...

-Claro que sí, ante todo me gusta cantar puro, que es lo que me gusta. Respeto a todo el mundo, pero a mí lo que me gusta es cantar puro y sinceramente, lucho porque no se pierda. Ahora hay mucha gente joven que está apostando por eso, José 'El Mijita', Jesús Méndez... y bueno, eso es buena señal.

-Hasta el propio público parece que está demandando eso...

-Hombre claro, es que el flamenco es eso, al menos para mí. Soleá, seguiriyas, fandangos, tarantos...Yo eso lo he vivido en mi casa y eso es una ventaja también. Que eso no tiene nada que ver, porque hay gente que no es de familia cantaora y canta muy bien, y al contrario, gente que viene de familia y no canta. Soy de los que pienso que eso se lleva, sea quién sea tu familia.

-Supongo que con lo que dice, su base está en el cante de su familia...

-Sí, en mi abuelo Domingo, mi tío Diego, mi tío Agujetas...Vengo de ahí, pero a mí me encanta escuchar a otros, me encanta Mairena, Juan Talega, Caracol, Mojama, Manuel Torre...Podemos estar aquí hasta mañana mentando gente (risas).

-Y para un joven como usted que quiere empezar a sonar, ¿es difícil sacar la cabeza?

-Lo es, primero porque todo está muy parado. Las peñas tienen poco dinero y ya no funcionan como antes, las criaturas van a lo que pueden, pero bueno, ya vendrán tiempos mejores.

-Bueno, centrémonos en la presentación del día 30. ¿Qué vamos a ver en Los Claustros?

-Bueno, aparte de un recital con los temas del disco cuento con las colaboraciones de Rancapino y mi primo Antonio Agujetas; las guitarras de Domingo Rubichi y Juan Diego, las palmas de José Rubichi, José Peña, Rafa El More y Ali de la Tota, una cuadrilla buena (risas). También el piano de Antonio Soteldo. Yo invito a la gente a venir, que sólo vale 10 euros, y que me conozcan. Ya luego que hablen bien o mal, pero que hablen.

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