‘La última elección’ (Libros Canto y Cuento) ha sido la más triste para Hermenegildo Rodríguez. Una novela ambientada en Jerez en el año 2015, antes de las elecciones municipales del 24 de mayo, es la nueva obra de este autor jerezano, que este lunes presentó en la Fundación Caballero Bonald. “Es un ensayo crítico de las políticas municipales, en el que intervienen los poderes fácticos de la ciudad, el caciquismo, las hermandades, el fútbol, las peñas flamencas, el Ayuntamiento... En realidad, es la historia de una pareja que regresa a Jerez después de muchos años de ausencia. Él es jerezano, su mujer, no. Y se va encontrando con sus amigos de antaño, conectados cada uno a un área de poder de la ciudad. Y a través de ellos van descubriendo ese agujero negro que encierra la parte oscura de la ciudad, porque también tiene una parte muy bonita. Cuanto más la conozco más la quiero”, desgrana el escritor.

Y esas partes oscuras se las imagina Rodríguez en esta obra en torno, sobre todo, al Ayuntamiento. “Aparecen cosas que no están y he dado vida, por ejemplo, al antiguo balneario de Jerez, al café Fornos de la calle Larga, el Palacio Riquelme es una excelente pinacoteca dentro del libro... Allí ubico algunas escenas de la novela. Y una deuda de la ciudad es recuperar cosas que no estás recuperadas, como el casco histórico. No sé si es por falta de dinero o de ganas porque hay inquietudes pero sin decisiones firmes. El ciudadano debería de cabrearse con un poco más de fuerza, ser más revolucionario, entre comillas. Creo que son problemas que tardarán muchos años en solucionarse”.

Rodríguez, nacido en Jerez, ha residido muchos años en Salamanca. Volvió a su tierra hace más de un lustro, pero hoy regresa a tierras salmantinas “porque en Jerez no hay mucho futuro industrial. La ciudad está enfocada de una manera en la que no encajo por ahora. Me voy triste y me da mucha pena haber tenido que escribir esta novela. Aunque no todo ha sido negativo. Este tiempo he conocido a gente fantástica y cosas buenas que Jerez que no tenía antes. Me gustaría volver porque me estoy resistiendo bastante a irme. Sentimentalmente me quedo un poco tocado”.

La presentación contó con una intervención teatralizada por parte del actor jerezano Nicolás Montoya, y con la introducción del periodista Francisco Sánchez Múgica y del editor y escritor José Mateos.