Cultura

Cómo darle la espalda al andalucismo

  • El jerezano Manuel Ruiz Romero y el chiclanero Tomás Gutier someten a análisis esta corriente política en 'Cara y cruz del andalucismo' y aseguran que es "necesario un cambio en la mentalidad del andaluz"

"Dominado y controlado por los nacionalismos preponderantes -vasco, español y catalán- y supeditado a sus intereses, el andaluz continúa, muchos años después de haber obtenido un pseudogobierno autonómico, con los mismos problemas y la misma miseria que a la muerte del dictador. Así, ejercen como referencia, nublan nuestro conocimiento y distorsionan la realidad, pareciera que cualquier proyecto para nuestra tierra debe copiar sus acciones y mimetizarse con ellos. Y ese es nuestro gran error". Así de precisos piensan y trasladan sus ideas los escritores Manuel Ruiz Romero y Tomás Gutier, en su nueva obra, 'Cara y cruz del andalucismo', de Ediciones Alcor, una editorial de reciente creación como proyecto empresarial de la imprenta Línea Offset, pero que arranca con fuerza con publicaciones de temática controvertida. Se trata de un ensayo que analiza la figura de quienes sienten Andalucía y el rumbo que le ha marcado y marcará el camino.

Los autores, en una lectura amena, desgranan el sentir andaluz, el andalucismo social, cultural o político, bajo la concepción de que con el paso del tiempo esta corriente política se ha encontrado sin espacio y sin posibilidades de influir con sus propuestas sobre la sociedad andaluza. La obra analiza todo lo sucedido políticamente desde la Transición a nuestros días -y aún más atrás- llegando hasta las últimas elecciones autonómicas. "Es una obra fundamental para conocer el panorama político actual de una corriente que nunca ha llegado a fraguar en una autonomía como la andaluza", comenta el jerezano Manuel Ruiz.

"Si el 28F no se entiende sin el 4D, la particular Transición andaluza al autogobierno resulta de imposible comprensión sin la presencia del andalucismo político como formación que -por aquel entonces- supo rentabilizar de forma más singular aquellas movilizaciones protonacionalistas", subraya el escritor de Chiclana Gutier, que añade que en la medida que la Transición en Andalucía no será completa "hasta el relevo normalizado del partido que hasta ahora viene sustentando el poder; bien pudiera parecer que el andalucismo ha sido más un fenómeno puntual". Sin embargo, aseguran los autores en esta obra que en la tesitura que "nos disponemos a vivir en este ruedo ibérico, el nacionalismo andaluz se hace más necesario que nunca. Frente al añejo recentralismo que ahora se justifica por ajustes ante una crisis impuesta, tras las llamadas secesionistas de otros territorios, con la resurrección intencionada del Franquismo sociológico del que ya nos advirtió José Aumente, y ante el hipotético escenario de un autonomismo/federalismo asimétrico, Andalucía debe tener voz y voto. Ahora, más que nunca, existe y debe decidir". Y en ese más que probable escenario, el nacionalismo andaluz -más allá de unas siglas- "se presenta debilitado e incapaz de defender un autogobierno antaño visualizado como la más completa de las estrategias a la hora de profundizar en la democracia, conquistar libertades y derechos sociales, así como avanzar hacia el progreso económico". "Hoy Andalucía -concluyen- es bien distinta y, paradójicamente, la defensa de nuestra identidad como justificación primera de nuestra autonomía alcanza las cuotas más bajas en los baremos de las diferentes encuestas. En este trascendente debate que nos ocupa, los andaluces debemos ofrecer respuestas andaluzas… y en andaluz".

Manuel Ruiz Romero.

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