A punto de colgar el cartel de no hay billetes pese a tener tres días en Villamarta desde el jueves, Miguel Poveda retorna con entusiasmo a una ciudad por la que siempre ha mostrado un cariño especial. Ahora regresa para presentar su último trabajo 'Sonetos para la libertad' en el que pone música a poemas de grandes autores y donde vuelve a poner de manifiesto su amor por la copla.

-El Puerto, Cádiz y ahora Jerez, ¿sigue el magnetismo de esta tierra con Miguel Poveda?

-Las sensaciones que me produce el cante de esta tierra, los amigos y su paisaje hace que sienta un amor profundo con esta tierra, que me ilumina la cara y me agua los ojos cuando veo tanto arte.

- Y esta vez en Jerez, que siempre es algo especial para Miguel Poveda, ¿no? De hecho las entradas están a punto de agotarse....

-Siempre son especiales porque he presentado varios espectáculos distintos con absoluta libertad y la gente siempre ha respondido con mis propuestas.

-Estuvo aquí hace unas semanas con 'Los Mijita', ¿qué tal la experiencia? ¿Ha podido comprobar de primera mano la diferencia Plazuela-Santiago?

-Ya sabía desde hace muchos años la diferencia entre los dos barrios y he sido amante y admirador de ambas formas, porque en esas distintas formas está la grandeza del flamenco en Jerez, 'Los Mijitas' me han tratado con un cariño grandísimo y me han hecho disfrutar mucho con su invitación.

- Centrémonos en su último disco, ¿a qué poeta ha sido más difícil ponerle voz a los clásicos o a contemporáneos?

-Los clásicos siempre causan un gran respeto porque han sido los dioses de la literatura y los maestros de los contemporáneos, aunque no por eso se tiene menos dificultad para cantarles a todos. También es un gran disfrute poder cantar esos textos llenos de belleza y emoción.

-¿Es consciente de que su incursión por el mundo de la copla ha vuelto, en cierta manera, a rescatarla del olvido?

-No creo que sea para tanto, ya habían artistas como Carlos Cano que le habían dado otra lectura al género, simplemente he puesto mi granito de arena desde el amor por una música en la que creo.

-Sonetos para la libertad, ¿la ha conseguido encontrar con ello?

-Hace tiempo la encontré, siempre me he sentido libre para cantar lo que me ha pedido el alma y lo que yo sabía que me haría crecer como artista y ser humano , cada vez me siento más libre y pienso seguir en ese camino.

-Lleva desde principios de esta década poniendo música a poemas, ¿es algo necesario personalmente?

-Sí, necesito cantar la poesía popular y sencilla del flamenco pero también necesito cantar a Cernuda, Benedetti, Lorca, Machado...

-Seguir la senda en este aspecto de Enrique Morente, Carmen Linares o El Lebrijano, ¿implica un peso mayor a la hora de poner voz a poemas?

-Implica seguir esa senda de libertad que me han enseñado estos maestros que me nombras, ellos han tirado muros y quiero caminar por esos caminos que ellos nos han marcado.

-¿Le veremos cantar sentado también en Jerez o sólo se centrará en su disco?

-Por supuesto que cantaré sentado porque nunca he dejado de hacerlo ni en los espectáculos que tenían otra temática, siempre voy a mi música de partida, la de cantaor que es lo que soy.

-¿Qué balance hace de su paso por el cine?

-Me siento halagado de haber prestado música para el cine que es un arte que me fascina, hace poco grabé un tema de Bambino para la primera película que va a dirigir Raúl Arévalo y estoy deseando verla.

-No sé si sabe que la Fundación Teatro Villamarta corre riesgo de disolución por la mala gestión de los políticos, y a través de internet se están recogiendo firmas desde todos los sectores de la cultura para evitar. ¿Qué opina de eso, teniendo en cuenta su buena relación desde siempre con el Teatro Villamarta y sus rectores? ¿Ve a Jerez sin su punto cultural?

-Honestamente no tengo ni idea de lo que ahí está pasando, pero si los políticos tienen mala gestión en una tierra altamente cultural deberían poner remedio o dimitir si no están capacitados o están faltos de sensibilidad y de conocimiento de lo que representa el flamenco en el mundo.

-¿Echa mucho de menos perderse por Jerez como antaño, sin que nadie le conozca sobre todo ahora que llegan las zambombas, una fiesta tan señera aquí?

-Totalmente, me encantaría ser un mero espectador y empaparme de todo eso, de todas formas no pienso renunciar y aunque este año no me es posible escaparme no descarto pasarme por Jerez como un espectador cualquiera a disfrutar de su zambomba que es única en el mundo.