Cultura

El escritor que venció la tiranía soviética con el poder de la palabra

  • Políticos e intelectuales recuerdan la obra de Alexander Solzhenitsyn, que denunció al régimen estalinista en 'Archipiélago Gulag'. El Nobel falleció el domingo a los 89 años

La muerte del escritor Alexander Solzhenitsyn -fallecido el domingo a causa de una dolencia cardiaca- provocó gran tristeza en Rusia y muchos otros países, donde el autor era conocido por sus obras sobre el régimen de terror implantado por Josef Stalin.

El presidente ruso, Dmitri Medvedev, aseguró que fue "uno de los mayores pensadores, escritores y humanistas del siglo XX", cuya muerte es "una pérdida para Rusia y todo el mundo". También elogiaron su obra y su compromiso la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente estadounidense, George W. Bush.

Solzhenitsyn había vivido en carne propia la represión soviética, con nueve años de internamiento en un campo de trabajo y condena al ostracismo. Esas experiencias las reflejó en su primera novela, Un día en la vida de Iván Denissovich, y en el que es su título más famoso, Archipiélago Gulag.

En 1970 se le concedió el Nobel de Literatura, pero el gobierno soviético le prohibió ir a recibirlo. El discurso del escritor cuando se le concedió el Nobel, así como el manuscrito de Archipiélago Gulag, fueron sacados de contrabando desde la URSS. Tras la publicación de esta obra, Solzhenitsyn fue encarcelado y expulsado del país. Pudo volver en 1994 y fue muy crítico con la falta de democracia bajo la presidencia de Boris Yeltsin.

El ex presidente soviético Mijail Gorbachov afirmó que el autor entrará en la historia como uno de los primeros en denunciar de forma pública y rigurosa la brutalidad e inhumanidad del régimen de Stalin. Su contribución a la caída del totalitarismo "no ha sido lo suficientemente reconocida", subrayó Gorbachov. "Hasta el final de su vida luchó por que Rusia dejara atrás su pasado totalitario, por que tuviera un futuro digno y se convirtiera en un país libre y democrático. Le debemos mucho", aseguró.

Solzhenitsyn estaba trabajando en la edición de sus obras completas y será enterrado mañana en el cementerio del monasterio de Donskoi en Moscú, un lugar que él mismo había elegido.

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