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Oscars 2011

Una gala sin grandes sorpresas ni mucha chispa

  • El veredicto de las redes sociales dictamina que la pareja de presentadores formada por James Franco y Anne Hathaway no convenció ni despertó excesivas carcajadas.

La edición 83 de los premios Oscar no pasará a la historia como una de las más ágiles, originales y entretenidas. El veredicto inmediato de las redes sociales y comentaristas por Internet dictaminó que la pareja de presentadores formada por James Franco y Anne Hathaway no convenció ni despertó excesivas carcajadas entre el público congregado en el Teatro Kodak de Los Angeles.

 Muchos criticaron la actuación de Franco durante la ceremonia, a pesar de que el protagonista de 127 horas recurrió incluso a disfrazarse de mujer para entretener a la audiencia, después de que Hathaway interpretara un tema luciendo un esmoquin. Parecía como si Franco estuviera nervioso o indiferente, con el rictus serio y sin gestos apenas durante toda la noche.

 Hathaway le puso más energía y sonrisas, pero ambos reconocieron de alguna manera su derrota prematura cuando Billy Crystal, presentador de la gala en ocho ocasiones, hizo acto de presencia y se llevó una sonada ovación, señal inequívoca de la nostalgia de parte del público por los viejos tiempos.

 La ceremonia arrancó con un montaje con los mejores efectos especiales de la cinta Origen, de Christopher Nolan, que se llevó cuatro Oscar. El clip protagonizado por los debutantes anfitriones de la gala los transportó a través de sueños por diferentes escenarios de algunas de las cintas nominadas.

Una de las primeras en alzarse con un Oscar fue Melissa Leo, que ganó como mejor actriz de reparto por The Fighter. La actriz neoyorquina, visiblemente emocionada, olvidó el consejo previo de Tom Hanks, que recomendó a los nominados que fueran breves y divertidos en su discurso de agradecimiento para inyectarle dinamismo a la tradicional ceremonia. Sin embargo, la protagonista de "Frozen River" se saltó el protocolo diciendo una palabra malsonante, eliminada por la censura de forma inminente.

 Leo recibió el premio de manos del legendario Kirk Douglas, que llegó al escenario con un bastón y que, en un tono muy jocoso, puso a las nominadas de los nervios al alargar el anuncio del nombre ganador después de abrir el sobre, que este año fue rediseñado.

 Además de los chistes en escena y de los aburridos discursos de agradecimiento, destacaron algunas de las actuaciones como la de Gwyneth Paltrow, la actriz convertida en cantante que interpretó Coming Home, de la cinta Country Strong, y la de Celine Dion, que puso la música para amenizar el homenaje a los fallecidos de la industria durante el año pasado.

 Al final llegaron los momentos más emotivos con la entrega de los Oscar a las mejores actuaciones. Natalie Portman, que no pudo evitar las lágrimas, le dedicó el premio a sus padres y a su prometido, Benjamin Millepied, "por haberme dado el mejor papel de mi vida", en referencia a su futura maternidad.

 Más sereno estuvo Colin Firth, a pesar de que bromeó con que le dolía el pecho de la emoción. El protagonista de El discurso del rey, cinta que recibió cuatro Oscar incluyendo el de mejor película, agradeció a la Academia, a sus compañeros de reparto, y a su mujer, la productora Livia Giuggioli, con quien dijo haber vivido los mejores momento de su vida.

 Mucho más color y alegría tuvo la alfombra roja, pese al inusual frío que reinó en Los Angeles. Las primeras estrellas en llegar trataron de calentarlo imponiendo el rojo encendido, los tonos plateados y el negro.

 El rojo más subido lo lució la atractiva y sexy Jennifer Lawrence, nominada como mejor actriz por Winter's Bone, y la anfitriona de la ceremonia Anne Hathaway, que lucía un impresionante vestido de cola larga encendido de Valentino, adornado por un collar y aretes de Tiffany's. Al grupo de las más arriesgadas se unió Sandra Bullock, que el año pasado se alzó con la estatuilla a mejor actriz, y que desfiló con un atuendo ajustado del mismo tono de la alfombra. Por el mismo color se decantó la cantante Jennifer Hudson, que dejó ver un pronunciado descote.

 Con un tono más relajado llegó la actriz española Penélope Cruz de la mano de su esposo Javier Bardem, al que se le notaban unos kilos de más bajo un traje negro con corbata. La madrileña, que desfiló acicalada con un vestido granate de partes brillantes, sorprendió a los espectadores en su primera aparición después de haber dado a luz hace tan sólo unas semanas. La protagonista de "Vicky Cristina Barcelona" se mostró tranquila y risueña con el público.

 Con la misma disposición llegó la gran favorita de la noche, Natalie Portman, que lució un discreto vestido morado de tul encima de su ya protuberante barriga debido a su embarazo. Su compañera de reparto Mila Kunis iba a tono con la protagonista de Cisne negro, con un delicado vestido lila de Elie Saab, por el que fue catalogada como la mejor vestida de la noche por algunos medios especializados. Un tono similar de Dolce & Gabbana pero en encaje, lució la actriz Scarlett Johansson, que acudía en condición de presentadora, a pesar del reciente accidente de su padre en Nueva York.

 Los tonos pasteles brillantes los lucieron las nominadas Hailee Steinfeld (Valor de ley), Nicole Kidman (Rabbit Hole), Melissa Leo (The Fighter), Michelle Williams (Blue Valentine) y otras féminas que acudieron en calidad de presentadoras o artistas como Gwyneth Paltrow, Celine Dion, Halle Berry, Hillary Swan y Hellen Miller. Además de los sobrios caballeros como Colin Firth, Steven Spielberg y Jeff Bridges, que lucieron un esmoquin, las mujeres que se decantaron por el negro fueron Helena Bonham Carter, Annette Bening, Marisa Tomei y Sharon Stone, entre otras.

En cuanto a la peor vestida de la noche, los twitteros dieron como gran ganadora a la británica Cate Blanchett, que lucía un artístico traje de Givenchy azul lavanda. Pero si de vestidos recargados se trataba, la ganadora indudable fue Melissa Leo, con una prenda de Marc Bouwer que no despertó demasiados elogios. Y como cada año, hubo un poco de todo para los televidentes, aunque por momentos resultara una gala un tanto aburrida. Los índices de audiencia dictaminarán si lo fue mucho o poco

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