Cultura

Una habitación propia

Drama, Argentina-Francia, 2009, 86 min. Dirección y guión: Natalia Smirnoff. Fotografía: Bárbara Álvarez. Música: Alejandro Franov. Intérpretes: María Onetto, Gabriel Goity, Arturo Goetz, Henny Trayles, Mirta Wons.

María del Carmen, una mujer de mediana edad, vive entregada a su marido, a sus hijos y a las tareas del hogar mientras los suyos no parecen darse demasiada cuenta de su existencia ni verla como algo más que una madre o una esposa. Una mujer como tantas hasta que un día descubre una extraña habilidad para armar rompecabezas, hasta que un día se descubre a sí misma, en definitiva.

Desde su mínima anécdota argumental, con el pretexto de un concurso en el horizonte que no deja de ser eso, un pretexto, el primer largo de Natalia Smirnoff reivindica la liberación de la mujer de clase media desde un ángulo metafórico, sin cargar demasiado las tintas dramáticas (ni el marido ni los hijos son, a la postre, tan ciegos o tan insensibles como podrían haber sido) y sin alejarse nunca de su protagonista.

El periplo de María del Carmen es también el de un cuerpo en transformación, el de la excelente María Onetto, a quien recordamos por su papel en La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel, cineasta cuyo trabajo parece referencia inevitable para Smirnoff en su mirada transversal, oblicua, casi impresionista, a una realidad filtrada siempre por los estados de ánimo y la subjetividad en busca de una habitación propia donde armar el puzzle de la propia identidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios