Cultura

La honda raíz andaluza

  • El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, recuerda que el empresario se definía como 'cataluz' para unir sus dos pasiones Decidió casarse con su mujer en la Feria de Abril de 1973

Sin Andalucía no se entendía su vida. Presumió de raíces en el sur en muchas de sus intervenciones públicas. Su infancia eran recuerdos de El Pedroso, de las fiestas primaverales de Sevilla, de los continuos viajes a la región que le concedió honores de medalla por su larga trayectoria empresarial. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, lamentó anoche la muerte del presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, "un hombre que siempre ha llevado a Sevilla en el corazón y que fue nombrado hijo adoptivo de Sevilla en 2013".

Zoido recordó los orígenes familiares del empresario: "Su padre siempre le transmitió a Lara el amor por esta ciudad y su compromiso con la cultura. Así lo ha demostrado con el compromiso que desde su fundación ha mantenido con la cultura y la creación becando a jóvenes estudiantes para completar su formación". Zoido recordó el término que usaba Lara para unir sus dos grandes pasiones, Andalucía y Cataluña: "José Manuel Lara siempre se definía como cataluz apostando por la unión y el entendimiento y no por separatismos".

La Semana Santa, la Feria, el calor, la Sierra Norte, los años felices en el ambiente rural de El Pedroso, los abuelos, las idas y venidas del norte al sur de España... Andalucía siempre estuvo presente lo largo de la vida de José Manuel Lara a modo de hitos imborrables en un trayectoria vital de indudable proyección pública. Su infancia son recuerdos de las cofradías sevillanas a pie de calle con su abuela y de veranos buscando el frescor serrano huyendo de las altas temperaturas. El pueblo ofrecía atractivos para el niño que jamás se podían encontrar en la capital, como el contacto con los animales, con toda la naturaleza. "Allí, con ocho o diez años, estaba feliz entre caballos, asnos, burros... Sevilla era muy calurosa para mi padre. Y en El Pedroso estábamos más frescos. Eran veranos de campo, agrícolas", confesó en 2012 a este periódico horas después de recoger el II Premio Manuel Clavero. Sevilla fue la ciudad clave en sus primeros años, la ciudad en la que decidió casarse, la ciudad que identifica con la Semana Santa y a la que acudía al menos una vez al mes.

El editor siempre estaba dispuesto a evocar aquellos maravillosos años, un tiempo blanco e inocente que por circunstancias cada día tenía más presente. La superación de los baches propios de la vida tienen el efecto de dejar viajar la memoria a los orígenes. "Mucho, mucho. Me acuerdo mucho de mi infancia en Sevilla". Y pronunció una frase rotunda: "Sevilla es la Semana Santa. Siempre acabábamos bajando a Sevilla en Semana Santa. Recuerdo las procesiones a pie de calle, la Campana, la calle Sierpes...". Con los años y las ocupaciones profesionales hubo un distanciamiento con la ciudad hasta el comienzo de la década de los años setenta. "Estuve alejado de Sevilla hasta el año 1973, cuando empecé de nuevo a venir bastantes veces para abrir la delegación de Planeta". Una fiesta mayor de la ciudad es otra vez clave en su trayectoria personal: la Feria de Abril de 1973. "En aquella Feria fue en la que propuse a mi mujer casarnos, la decisión de casarnos la tomamos en el mismo real de la Feria. Y nos casamos en octubre de ese mismo año".

Tras la Exposición Universal de 1992, José Manuel Lara compró una casa en el término municipal de Mairena del Alcor. "Es raro el mes que no me escapo y paso tres o cuatro días en esta casa". El empresario puso el titular a su vinculación con la capital de Andalucía. Y lo hizo con especial acento en el uso del pronombre posesivo con valor especialmente afectivo: "La verdad es que en distintas etapas de mi vida siempre está mi Sevilla".

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