jesús sánchez adalid. escritor

"Este libro es un viaje hacia lo que hemos sido para entender lo que nos sucede"

  • El autor de la 'La mediadora' o 'De repente, Teresa' presenta 'En tiempos del papa sirio', novela en la que revela muchos aspectos desconocidos de la historia de Siria y de los conflictos actuales

El escritor de novela histórica Jesús Sánchez Adalid (Badajoz, 1962).

El escritor de novela histórica Jesús Sánchez Adalid (Badajoz, 1962). / m. g.

Durante el siglo VIII, una oleada de sirios se ven obligados a huir de su país y convertirse en refugiados, entre ellos el Pontífice Constantino II. Así arranca la nueva obra del escritor de novela histórica Jesús Sánchez Adalid (Badajoz, 1962), En tiempos del papa sirio (Ediciones B), una novela que aporta matices y ahonda en la raíz de lo que está sucediendo actualmente en Siria. El autor de La mediadora, El mozárabe o Y de repente, Teresa sostiene que su nuevo libro sirve para comprender el origen de la invasión islámica o lo que sucede con el Estado Islámico y su autodenominación como califato, a través de Efrén, un joven educado en la Siria cristiana durante el inicio de la dominación musulmana.

-¿Esta novela nace a raíz del papel que está jugando Siria en el panorama internacional o es mera casualidad?

-Puede dar una primera sensación de que es una novela oportunista y yo diría que es oportuna. La idea surge de una casualidad que me pone los pelos de punta. Tuve conocimiento en Roma, cuando presentaba Y de repente, Teresa,de un documento que hacía referencia a la presencia en Roma del último arzobispo de Toledo, en torno al 814, tras huir de la invasión árabe en la península ibérica. El Papa que le siguió fue Constantino II, de origen sirio. Investigué sobre lo que ocurrió en aquella época y encontré que dicho Papa era un niño que huyó de su país a través del Mediterráneo hacia las costas de Grecia. Esto, para un escritor de novela histórica, es interesantísimo, independientemente de lo que ocurre en Siria. Además, da paso a que muchos lectores conozcan el origen de lo que está sucediendo.

-¿Qué contribuciones históricas ofrece la obra sobre lo que está pasando?

-En tiempos del papa sirio es necesaria. Hay un desconocimiento de lo que sucede en Oriente en este momento histórico, tampoco se sabe lo que pasó tras la expansión del Islam, la muerte del profeta Mahoma o la invasión de Siria. Esta novela quiere ser una mirada hacia el pasado para entender muchas cosas. Por ejemplo, por qué el EI se denomina califato. Parece que todo nace por generación espontánea. Sin embargo, hay una historia detrás. La novela es un relato de maduración humana, un viaje iniciático a lo que hemos sido para entender lo que nos está sucediendo.

-Este viaje se realiza a través de su protagonista, Efrén. ¿Qué matices aporta a la novela?

-Efrén representa la juventud, que es impulsiva y revolucionaria. Él nota que a su lado hay un conformismo entre los que componen el barrio cristiano de Damasco. Efrén y otros jóvenes quieren levantarse frente a esto. Éste es el origen, en muchas ocasiones, de determinados conflictos sociales. Esa rebeldía ante lo que sucede, lo que parece inevitable pero los jóvenes no pueden evitar. Por eso es un relato de maduración, Efrén es una creación literaria que representa a toda una generación.

-Confesó que el Papa de la novela guarda similitudes con el actual, ¿en qué sentido?

-Constantino II nos da en la obra la nota de reflexión, es un filósofo de la historia. El Papa actual es líder de una comunidad enorme de creyentes y tiene una gran responsabilidad para llamar la atención sobre lo que sucede en el mundo, convocar la paz o evitar la islamofobia.

-¿Cómo ha sido recopilar la documentación de los siglos que se recorren en el libro?

-Muy complicado. No es lo mismo escribir sobre los siglos XVI y XVII que hacerlo del VI y el VII. Algunos de los escritos que aparecen en la novela, como los de Juan de Damasco, conservados por la Iglesia, nos muestran la manera de pensar de aquel tiempo. Además hay documentos sobre los papas sirios. Todos estos archivos hay que investigarlos. Estuve unos seis meses pensando en la estructura e indagando y después me puse a escribir.

-Precisamente por esto, ¿ha sido la novela más difícil a la que se ha enfrentado?

-Posiblemente sea una de las más complicadas. Pondría en guardia al lector para que no se acerque a esta novela como un libro de historia, porque no lo es. El lector que me conoce sabe que me gusta tener una buena historia que contar. Esto es una novela histórica o de aventuras en la que he trabajado bastante.

-Por definición es escritor de novelas históricas pero con su anterior obra, La mediadora, cambió totalmente de registro.

-Escribí La mediadora después de De repente, Teresa, que es una novela histórica pura. Fue muy divertido y desintoxicante, porque es un libro que aborda mi generación, la de los 60, y describo lo que piensa la gente que la vivió. Hice La mediadora como un experimento y al final fue un éxito.

-Y después volvió a la literatura histórica.

-Sí. Creo que hay una demanda real de una novela histórica de calidad por parte del lector. Es una corriente que hacía falta dentro de la literatura española y había que hacerlo bien, no basta con una mera novela romántica donde la historia aparece como un escenario simplificado. Hay que hacer una novela histórica seria, como la que se ha hecho en Europa desde los años 50 con Robert Graves, Umberto Eco, Mary Renault, Ismail Kadare o Noah Gordon. Eso faltaba aquí.

-Entonces, ¿cree que la literatura histórica no estaba bien representada en España?

-No existió hasta los años 90. La novela histórica tiene éxito en España desde hace muchos años pero todas las obras eran traducidas hasta que llegó una generación de escritores que nos hemos puesto a hacer novela histórica desde el punto de vista de España.

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