gary baseman. dibujante

"Hay que luchar contra el temor incluso cuando este alcanza al 40% de la gente"

  • El artista norteamericano, creador de Toby, visita durante estos días la Semana Santa gaditana, un espectáculo que define como "grandioso" e "impactante en el buen sentido"

Gary Baseman posa junto a Toby.

Gary Baseman posa junto a Toby. / julio gonzález

Lo oculto, lo que se revela, las sociedades secretas, forman parte importante de varios de los proyectos desarrollados por Gary Baseman (Los Ángeles, 1960). En la performance Into the Night. Secrets and Truth aparece Veritas, la Princesa de los Secretos y Diosa de los Sueños, que experimenta una especie de catarsis en nombre de los participantes. En la muestra interactiva La Orden Secreta de las Camelias, en el Serpentine londinense, los visitantes han de confiar sus "más oscuros deseos": "Se trata de una combinación de distintas creencias, basada en la tradición de las sociedades secretas norteamericanas", explica al respecto el propio Baseman.

Junto con las Bestias Salvajes que resumen nuestro "animal interior" -el ansia, la compulsión, que nos habita-, los Siete Reyes Magos -una suerte de cualidades y/o pecados capitales - o el popular Toby, el "protector de los sueños, los recuerdos y los secretos", en el universo de Baseman son recurrentes las figuras de penitentes con el ojo divino o el Emet/Veritas impresos.

La presencia de Baseman en la Semana Santa era, en gran medida, inevitable y, para el artista californiano, se trata de "un sueño hecho realidad". A sus icónicas instantáneas por todo el mundo, junto a Marianne Westwood o al reparto de Juego de Tronos, Toby une ahora escenarios andaluces. La visita de Gary Baseman se debe a su relación con Robert Grima -con quien el norteamericano expuso en la Galería Iguapop de Barcelona-, y de la también galerista gaditana Elo Peral. Ambos aprovecharon que Baseman tenía un acto en Barcelona para bajarlo unos días al sur: "Y aquí, a nivel de contactos, lo teníamos más fácil que en Sevilla para movernos con él y que viviera todo el proceso", apunta Elo.

Ver a cientos de fotocopias del Ku Klux Klan caminando en fila e iluminados por velas es "impactante, sí", comenta Gary Baseman, "pero impactante en el buen sentido. Y a mí me atrae el shock. O, al menos, algunos de sus aspectos". ¿Lo entiende como religión, como tradición? "Yo creo que tiene más que ver con la tradición, que todo esto es una gran y extraordinaria puesta en escena -comenta Baseman, al que le ha asombrado encontrar mujeres saliendo en los pasos-. Para mí, es increíble ver cómo todo el mundo está implicado de una forma especial en lo mismo, la experiencia no es la de uno sino la de mil, todos se convierten en parte de la manifestación artística".

Así, Toby posa junto a los penitentes durante el recorrido de La Palma pero también en el Mercado Central o en el cielo de azoteas: "En una anterior visita a Barcelona, en la Sagrada Familia, una mujer me increpó al verme con Toby, que le había llamado la atención a su hija, y me dijo: '¿Qué es lo que está haciendo, trayendo aquí a ese demonio?'. 'No, no, mire bien', le dije, 'Es un gato'. Mediante este juego, Toby abre oportunidades de conectar. Rompe círculos. Ha llegado a entrar en un círculo de sumo. Lo que da lugar a otra pregunta: si él puede entrar, ¿por qué tú no?", desarrolla.

Baseman es adalid del arte inclusivo, sin límites, sin alta y baja cultura (pervasive). Visitar una exposición en una galería es una actividad artística, pero también puede serlo un juego o llevar una camiseta. La experiencia de lo transcendente -como sucede en las procesiones de Semana Santa- puede abrirse a cualquiera: "Realmente, con Toby, lo que pretendo transmitir es lo hermoso que es nuestro mundo. La preocupación no es la única forma de sobrevivir, sino el estar juntos, el superar los miedos -comenta Baseman-. Es una manera de transmitir valores a un montón de gente que lo mismo no entendería lo que quieres decir si se lo intentas explicar tal cual". Mediante símbolos, mediante un icono -mediante una historia-, todo es más fácil.

Gary Baseman y sus propuestas han paseado por todo el planeta, de Berlín a Camboya, de París a Japón, de Rusia a México: "La gran suerte de tener éxito es poder viajar por todo el mundo y aprender de las distintas culturas. En principio, y en Estados Unidos también, creemos saber qué es lo que pasa en el resto del mundo, pero realmente no tenemos ni idea -desarrolla-. Suele haber una gran diferencia entre lo que imaginas y lo que encuentras. El vivir las cosas de primera mano es también importante porque nadie es realmente consciente de cuál es el hueco entre presunción y realidad: por eso, cuando viajo, me es esencial no hacerlo como un turista sino a través de amigos".

"El objetivo del arte -continúa- es indagar sobre la condición humana e invitarnos a ir más allá de lo aparente, de lo que damos por preconcebido. Uno crea bajo ese principio y para compartir lo que sabe, lo que ha aprendido: eso es lo que hago con mis dibujos, lo que puedes hacer tú con tus historias... Me gusta pensar que, frente al artificio, construyo una casa, no sólo un refugio, un hogar".

Gary Baseman es hijo de judíos huidos de la Europa del Este durante el genocidio nazi. Sus antepasados proceden de una zona que ahora pertenece a Polonia pero que era parte de Ucrania. Su padre consiguió unirse a los partisanos y sus abuelos fueron exterminados: "El hecho de que en Estados Unidos tengamos a un presidente que no considero legítimo supone todo un reto... -confiesa-. Hacer de nuevo grande a América... si Estados Unidos es grande, si alguna vez lo ha sido, es por su capacidad para acoger a toda esa gente desesperada, y diferente, que venía huyendo de una realidad horrible. Como mis padres, aunque supongo que en sus fantasías de sueño americano no incluían cosas como el KKK, y que también pensarían que no todo era como les habían contado..."

A pesar de todo, Baseman es optimista. Cree que "lo bueno prevalece", que lo bueno prevalecerá: "Teniendo un montón de seguidores, veo que tal vez sólo una persona de mil responde negativamente. Hay que luchar contra el temor incluso cuando el miedo alcance al 40% de la gente, como ocurre en mi país -continúa-. Es mágico cuando pasas de la extrañeza a lo maravilloso. Eso es lo que intento documentar, de alguna forma: abrirnos a la imaginación y al conocimiento".

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