Cultura

Los dos mundos de Bergman

Fanny y Alexander fue un prematuro testamento de Bergman, fallecido el pasado verano. Prematuro porque posteriormente firmaría varias obras redondas. Fue pensada para la televisión y así se recoge en esta edición comercializada por Cameo, ya que cuenta tanto con la película que se estrenó en los cines como con la serie completa de la que se extrajo. No era la primera vez que Bergman trabajaba para la televisión. Su primer acercamiento de cierto empaque había sido diez años antes con Secretos de un matrimonio, que es un certero fresco de lo que son las relaciones de pareja. En Fanny y Alexander Bergman viajaba a la infancia, posib lemente a la suya y en este relato está compilado buena parte del ideario cinematográfico del genio sueco. Los dos hermanos que pasan del ambiente festivo de una familia de teatro a la severidad de un padrastro religioso, con la figura de por medio de un judío sabio, permite contraponer mundos que el director ha retratado en multitud de ocasiones, la pasión y la culpa, pero en esta ocasión a través de los ojos de unos niños. La edición cuenta además con un documental sobre el rodaje de la película, que se convirtió en el último gran éxito popular de Bergman en su país antes de volverse definitiva y maravillosamente marginal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios