Cultura

"La música ha dejado de ser un producto para convertirse en un servicio"

  • El mecenazgo y los nuevos canales para escuchar música centran un debate sobre el futuro de un sector que ya no vive del disco

"Hay un esquema que ya no puede pervivir. El artista cada cierto tiempo saca un producto, lo empaqueta, lo vende por 14 euros a sus fans, luego realiza una serie de conciertos y espera sentado a que lleguen los beneficios. En su día eso suponía mucho dinero, cuando la música era un producto, pero ahora las cosas han cambiado, la música no es un producto, se ha convertido en un servicio". Otra observación: "Un tipo de 40 años puede sentirse alucinado con Spotify, es como si tuviera todos los discos del mundo metidos en su ordenador, ya no tiene que almacenarlos. Pero es posible que un chaval, que ha nacido con las nuevas tecnologías, no vea nada especial en Spotify, que prefiera vídeos a la carta porque su aproximación a la música no es la misma que la que tiene la generación que le precede, la que compraba discos". Una última reflexión: "No tiene sentido que, como hacen las grandes compañías, nos atrincheremos en la idea de comprar discos como hacíamos hace una o dos décadas en un mundo que evoluciona a doscientos por hora".

Quien habla así es Roberto Carreras, de la empresa Muwon. Hasta hace unos años no tenía nada que ver con el mundo de la música. Provienedel campo de la tecnología. Fue fichado por Carlos Jean para un proyecto que quiere revolucionar la forma de "monetizar" el negocio de la música y en la que toma un papel estelar el mecenazgo, ya sea a través de empresas o de particulares. El negocio de Muwon no es el de una compañía de discos al uso. Su punto fuerte se encuentra no en la venta de discos, sino en sus contactos con las marcas para el patrocinio de nuevos talentos. De hecho, según explicó Carreras, ellos son un vehículo, un cordón umbilical entre las compañías de discos y sus carteras de marcas.

Lo que expuso ayer Carreras en la bodega Mora es un concepto totalmente distinto de observar el fenómeno musical. Todos escuchamos música, aunque ya muy pocos sienten la necesidad de poseerla. Pero el negocio tiene que seguir funcionando.

Con él estaban en la mesa Carter Smith, de la firma nortamericana Rollo Grady, y Miller Williams, de la británica Kobalt. Son firmas muy pequeñas pero que pueden llegar a mover mucho dinero. Su trabajo consiste en colocar temas en películas y series de gran difusión o mover bandas entre países. Rollo Grady colocó un tema de Guadalupe Plata en una serie de la HBO. Sólo esos minutos en una serie sirven para gararantizar durante un tiempo la continuidad de una banda. Los tiempos están cambiando, ya dijo Dylan.

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