Cultura

La nueva música de Bob Dylan baja al sur y llega al número uno

  • Convertido ya en viejo bluesman, el trovador triunfa en las listas de medio mundocon las canciones de su último y magistral trabajo: 'Together through life'

Suena diferente. Bob Dylan es capaz de asombrar a su propia sombra y cambiar el paso en la frontera del blues. Arena en la voz, viento del sur, tres acordes nocturnos, un acordeón soleado, pasión e ironía. Sube el volumen. El flamante disco del trovador que electrizó el espíritu del rocanrol, Together through life, se ha alzado en pocos días al número uno de ventas en el Reino Unido, por primera vez desde 1971, y a la cumbre de las listas de Billboard y Amazon, los termómetros del azaroso mercado actual. Y de medio mundo. El viejo juglar, a punto de cumplir 68 años, acelera el paso en uno de los momentos más inspirados de su carrera y ya anuncia gira de verano por Estados Unidos cuando aún no ha concluido su periplo europeo, plagado de reconocimiento y admiración. Saldrá a la carretera con Willie Nelson y John Mellencamp, mientras prepara un musical junto a Robert Hunter, traductor de Rilke y habitual compinche de Grateful Dead, con quien ha colaborado en casi todas las letras del nuevo álbum. En todas, excepto la fascinante This dream is you, que destila sones mexicanos por sus cuatro costados, como la célebre Romance in Durango, salvando las distancias.

Dylan, convertido ya en un veterano bluesman y maestro de la música norteamericana, baja al sur de su continente con su árida e hipnótica voz, firma un disco extraordinario, dicen que desvencijado y poblado de humor negro, cuya producción recuerda los viejos elepés de mediados del siglo pasado, el nacimiento del blues eléctrico y la explosión del rocanrol, sin olvidar a Hank Williams, gurú del country, y algunas gotas de swing y tin pan alley. Engancha desde la primera escucha el sabor rancio y el poderoso y casi casual sonido del álbum, que hace el número 33 en estudio y 46 oficial del genio errante, siempre en movimiento. Las guitarras de Mike Campbell, heartbreaker de Tom Petty con quien no tocaba desde finales de los ochenta, y David Hidalgo, acordeonista de Los Lobos, insuflan de vitalidad y misterio todas las hechuras del nuevo repertorio de Dylan y su compacta banda, que ya demostró en Jerez, no hace todavía un año, su eficacia y brillantez. La voz de Dylan suena como entonces, pastosa y saltarina, rítmica y profunda, y los blues del pantano no quiebran el ritmo, encajan a la perfección en los surcos y en la mente fuera de tiempo que el autor pone a disposición del arte accidental. Su inquieto talento automático, que capta ideas al vuelo, transforma el disco en una suerte enciclopédica al alcance de muy pocos. Por ahí van buscando ya influencias e inspiraciones varias para explicar lo inexplicable: la obra de alguien que trabaja desde varios lugares a la vez, incluso desde la distancia de las canciones. Un Dylan con varias capas que muda de piel como si nada.

Aún no ha estrenado las nuevas composiciones Dylan en su gira europea, que asiste a diversas sorpresas, cada noche un mundo aparte, y al renacimiento del artista, que se atreve a plantarse en el centro de la escena y a rasgar la guitarra tras varios años parapetado tras los teclados. No abandona éstos, pero se siente más suelto. La otra noche, en Liverpool, tributó un inesperado homenaje a su amigo George Harison en particular, y a los Beatles en general, interpretando Something. Algo grande.

Otro amigo del cantautor, el precursor del folk rebelde Pete Seeger, celebra hoy su noventa cumpleaños con un concierto que brindan verdaderos ases de la música americana como Bruce Springsteen, Joan Baez, Kris Kristofferson, Emmylou Harris y Eddie Vedder. Todos ellos, de alguna u otra manera, han participado en la trayectoria de Dylan. Sin ir más lejos, Pete Seeger ha vivido media existencia marcado por los sucesos de Newport del 65, cuando estuvo a punto de cortar la electricidad del célebre festival de folk, enfurecido por la aparición del primer Dylan rockero de la historia. El penúltimo, a su aire, sigue quebrando esquemas. Al sur del universo.

ealcina.blogspot.com

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