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Macarena de Jerez. Cantaora

"He pasado muchas fatigas y eso ha influido en mi cante"

  • La artista jerezana acaba de regresar de Australia, donde ha llevado durante 10 días los ecos del cante de su tierra

Acompañada de su madre Dolores, capaz de recordar cualquier anécdota y situación con una frescura tal que parece que sucedió ayer, Macarena Márquez 'Macarena de Jerez' acaba de regresar satisfecha de una nueva experiencia profesional, actuaciones en Australia, un continente donde "nunca había estado", pero en el que ha dejado el calado del cante de su tierra.

-Acaba de regresar de llevar el cante de Jerez a Australia, ¿cómo ha sido la experiencia?

-Bueno, la verdad es que es la primera vez que cantaba en Australia, y he vuelto muy contenta por cómo ha ido todo. Aunque allí gusta bastante el flamenco, están más acostumbrados al baile y a la guitarra, al cante menos. De hecho, me han contado que era la primera vez que un teatro organizaba algo solamente con cante.

-Supongo que lo peor, lo eterno que debe ser el viaje...

-Sí, son 22 horas de viaje y se hace un mundo. Quizás sea lo menos agradable, pero por lo demás estoy muy contenta, tanto por la acogida que hemos tenido como por lo bien que me han tratado. Date cuenta que tuvimos que coger un avión a Madrid, de Madrid a Dubai y de Dubai a Australia.

-¿Y cómo ha surgido todo esto?

-Bueno, pues me llamó David Heis, un guitarrista de allí que ha estado en Jerez hace poco, y acepté. Hemos estado en Gold Coast, aunque después de la experiencia, la intención, de cara al año que viene, es hacer una gira por varias ciudades como Sidney.

-Ha comentado que el cante no es muy habitual allí, ¿cómo lo ha acogido el público entonces?

-La verdad es que les cuesta trabajo digerirlo. Yo he viajado por todo el mundo y de todos los sitios en los que he estado ha sido el lugar donde he visto al público más frío. No sé si será porque se conoce menos el flamenco que en otros sitios. Por ejemplo, he notado demasiado silencio y muy pocos olés. Tú terminas tu cante y te tocan las palmas pero ya está. Menos mal que había algunos españoles que estaban contentísimos.

-Y ahora que ha vuelto a su tierra, ¿cómo va el día a día?

-Vamos tirando. Ya sabemos que la situación no es la más adecuada, pero una trata de buscarse las papas en los festivales o en las peñas que van saliendo. Yo gracias a Dios no me puedo quejar y ya tengo algunas cosas en Miami con Estela Zatania y recitales que me ha buscado Antonio Carrión, que me ayuda muchísimo. De todas formas, he tenido que buscar alternativas para poder tirar adelante como dar clases de baile. Tengo mucha gente y estoy contentísima.

-Porque usted empezó bailando, ¿no?

-Sí, yo empecé con Cristóbal El Jerezano. Mi madre me llevaba a la academia y allí estuve muchos años. Ya luego di clases con Ana María López para que me enseñara a bailar por bulerías. Así hasta que un día me puse a cantar y bueno, hasta hoy.

-¿Por qué se decantó por el cante en vez de el baile?

-Mira, porque un día Antonio Benítez, el de la Peña Los Cernícalos, me apuntó, sin yo saber nada, para cantar allí. 'Tú te tienes que sentar y cantar por derecho porque hay muy pocas mujeres que canten y tú lo puedes hacer'. Eso fue lo que me dijo y allí fui yo con quince años. La verdad es que gracias a eso empezaron a salirme cosas después. Recuerdo que me llamó un guitarrista de Badajoz, Pepe Conde, e hice recitales en Cáceres, y muchos pueblos de Badajoz.

-Usted ha tenido mucha voluntad para crecer en su profesión porque aprendió sola...

-Es cierto, yo me ponía de chica a escuchar y a ensayar. Sí que he tenido ayuda de algunas personas, como por ejemplo José Manuel Barbadillo, que cuando se enteró que iba a hacer seis palos en Los Cernícalos fue a mi casa a ver cómo me los preparaba. Cuando vio con lo que ensayaba se llevó las manos a la cabeza y me regaló un radiocassette. Él me grababa cosas de Manuel Torre, de El Mellizo....

-(....)

-Bueno, también tengo mucho que agradecerle a Manuel Morao. Con 18 años, cuando yo empecé a formar parte de su compañía, me obligaba a aprenderme los cantes. Él se ponía delante mía, me los cantaba y yo los hacía a mi aire. Me enseñó el polo, la soleá por bulería que hago siempre, la de La Moreno, las cantiñas y letras de villancicos.

-Es usted una privilegiada por compartir experiencias con toda aquella compañía de Manuel Morao donde estaban Manuel Moneo, Moraíto, El Mono, Ripoll, Juana del Pipa...

-Sí, de eso puedo presumir, he aprendido mucho de todos ellos y he pasado momentos buenísimos. Mira, te voy a contar una anécdota. Recuerdo que en París teníamos un intérprete, pero por la mañana no estaba, entonces había que buscarse la vida. Yo me dedicaba a preguntarle cómo se decían algunas cosas y como era la más chica, Tía Juana del Pipa y Luisa Torrán acudían a mí para que les pidiera el desayuno. Me decían 'mare, tú has sido la cruz de guía con nosotras' (risas). Además, la última vez que Manuel Morao acompañó a una cantaora fue a mí. Fue en Cuba donde fuimos los dos solamente. Él me dijo 'esto te lo vas a llevar tú', y para mí es un orgullo. De hecho lo tengo grabado en audio.

-De aquel debut en Los Cernícalos, ¿qué recuerdos le quedan?

-Muchos. Ahora quizás se mira desde otra manera, pero en aquel tiempo mi madre y yo pasamos muchas fatigas. Mi madre era muy pobre y no podíamos permitirnos nada. Yo he tenido que vender hasta papeletas para comprarme la ropa para ir igual que las demás niñas de la academia. He pasado muchas fatigas, por lo menos hasta que tuve 15 años, que empecé a ganar algo de dinero. Por ejemplo, en la Peña Los Cernícalos, donde debuté, iba con todo prestado. Mi madre me compró una peineta que la pagó poco a poco, lo demás era prestado. Recuerdo que la tía de Ezequiel Benítez me cogió y me puso todas las alhajas que ella llevaba encima porque me dijo 'tú así no puedes subir'. Hasta los zapatos eran prestados. Al poco tiempo, me llamó Ana María López para ir a una fiesta privada y me dijo que me pusiera el vestido con el que debuté en Los Cernícalos, y el vestido no era mío, era de una mujer de Alicante que me lo dejó. Tuvimos que decirle que lo había quemado mi madre con la plancha. Han sido muchas fatigas, más de lo que te imaginas. Todo lo que tengo me lo he ganado a pulso, no he sido hija de nadie ni hermana de nadie, he sido Macarena Márquez primero y luego Macarena de Jerez.

-Dicen que para cantar bien hay que pasar fatigas, ¿lo cree así?

-En eso estoy de acuerdo. Si tú no tienes la vida fácil luego eso se nota en el cante y también a la vida.

-Siempre además con el nombre de Jerez por bandera...

-Eso siempre, aunque fue a partir de los 15 años y en Badajoz. Me pusieron Macarena de Jerez y a mí me gustó.

-Desde siempre en Semana Santa le hemos visto al pie del cañón. ¿Cómo se presenta la de este año?

-Bien, tengo varias cosas, y no me puedo quejar. Con 9 años canté mi primera saeta a la Encarnación en la puerta de la academia de Cristóbal y desde entonces he cantado siempre. Cada Martes Santo canto a los Judíos de San Mateo y hasta hace unos años lo hacía cada Miércoles Santo al Prendimiento en la casa de Manuel Alejandro, que me llamaba siempre, y de madrugada, en el mismo sitio, a la Buena Muerte.

-¿Y se ha perdido el respeto a cantar saetas?

-No lo sé pero cantar una saeta es complicadísimo. La gente no se hace a la idea de la dificultad que tiene. Primero, tú no tienes tono de salida, si la coges muy alto corres el riesgo de no llegar, y si la coges muy baja, te ahogas. Ponerse a cantar en un balcón a pulmón con toda la gente mirándote, impresiona tela.

-Cuando una artista alcanza una determinada madurez, ¿no tiene la inquietud de grabar un disco?

-Sí, eso es algo que pienso ahora y que me hace ilusión. Sinceramente me gustaría grabar porque cuantos más años pasan mejor vas cantando, pero no es algo que me obsesione, todavía tengo tiempo. Solamente he grabado discos con Manuel Morao y Gitanos de Jerez, con Moraíto e hice los coros a los discos de Cepero.

-Ya que habla de Paco Cepero, ¿en qué medida le ha influido su música?

-En muchos aspectos porque con Paco siempre se aprende. Yo he hecho con él dos giras y la tercera no la hice porque me quedé embarazada.

-El otro día participó en un almuerzo benéfico, algo a lo que siempre está dispuesta...

-Sí, eso lo tengo claro, cada vez que me llaman para este tipo de cosas allí está Macarena de Jerez. Lo que no voy a ir a cantar para uno que tiene más dinero que yo. Eso no, ni mijita. Ahora, gente que me necesite ahí estoy yo la primera.

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